Trilantic lleva 19 años en Talgo y quiere deshacerse del 29,77 % del capital que controla para recibir ofertas por su paquete accionarial, para el que tiene como referencia los cinco euros por acción de los húngaros de Magyar Vagon, la opa que el año pasado vetó el Gobierno.
Sidenor elevó esta semana su oferta desde los 4 euros iniciales hasta los 4,8 euros (4,15 euros directos y 0,65 adicionales ligados a cumplimiento de objetivos financieros en 2027 y 2028), e iría acompañada por el fondo público vasco Finkatuz, y las fundaciones de la BBK y de Caja Vital, que aportarían un total de 177 millones de euros para comprar ese 29,7 % de Talgo.
El Gobierno español, especialmente el ministro de Transportes, Puente, ha estado muy encima de la operación, porque quiere garantizar la españolidad de la compañía y apuesta por cerrar en un primer momento la entrada de Sidenor. Tras la comunicación polaca de este sábado, el Gobierno insiste en que su opción es Sidenor.
En una segunda etapa podrían entrar otros socios industriales, como Pesa o Jupiter Wagons, que aportarían la capacidad que necesita el fabricante español -con una cartera de pedidos superior a los 4.000 millones y retrasos en las entregas tanto a Renfe como a la alemana Deutsche Bahn-, que no resuelve Sidenor, según fuentes del sector. Al calor de estas noticias, la acción de Talgo se ha animado en los últimos días, especialmente tras conocerse la oferta de Sidenor, y el viernes cerró a 3,91 euros, pero no ha llegado a pasar de los 4 euros desde que en agosto el Gobierno vetó la opa húngara.
La implicación del Ejecutivo vasco quiere garantizar el futuro de una compañía con una fuerte implicación en el territorio, ya que tiene su planta más importante en el municipio alavés de Rivabellosa, con 700 trabajadores. La otra está en Las Matas, en Madrid, con 500 empleados. De ahí la participación del fondo público vasco, Finkatuz, que tiene participaciones en otras compañías con sede en el País Vasco, como ITP Aero, CAF y Kaiku; además de las fundaciones de las antiguas cajas vascas.
El PFR polaco aspira a hacerse con el 100 % de Talgo aunque dice que está abierto a cooperar con un potencial «coinversor español minoritario», pero no ha desvelado su oferta. Los polacos destacan la potencial combinación de las carteras complementarias y la exitosa trayectoria de Talgo y Pesa, que crearía un campeón europeo con una amplia gama de productos y experiencia en la mayoría de los mercados de la UE. Pesa está especializada en locomotoras, tranvías y vehículos regionales e interregionales, mientras que Talgo es líder en diseño, fabricación y mantenimiento de trenes de alta velocidad, con una tecnología única en el mundo, como es el ancho variable.
Talgo y Pesa firmaron en septiembre pasado un memorando de entendimiento para estudiar la posibilidad de colaborar en el desarrollo de la nueva red ferroviaria de alta y muy alta velocidad de Polonia.
Por su parte, Jupiter Wagons es un fabricante privado de vagones de mercancías y de pasajeros, material para alta velocidad y piezas fundidas para ferrocarriles, entre otros productos, con clientes en la India y América del Norte. Según la propia compañía, en el último ejercicio, cerrado el 31 de marzo de 2024, recibió pedidos de 2.150 vagones de mercancías, otros 700 vagones militares para el Ministerio de Defensa de su país y 4.000 vagones más para el Ministerio de Ferrocarriles. La sociedad, que opera desde 1979 con sede en Calcuta, declara una capacidad de producción de 8.000 vagones al año y planea aumentarla en otros 1.000.