Ambas organizaciones han dado a conocer pronósticos bien distintos. Mientras la OPEP eleva sus previsiones de consumo en 100.000 barriles diarios respecto a sus estimaciones de hace un mes debido al tirón de la economía China, la AIE las recorta por primera vez como consecuencia de la pérdida de ímpetu de la recuperación económica del gigante asiático, el impacto de las subidas de los tipos de interés y la desaceleración de la actividad industrial en Europa. “Se espera que la demanda mundial de petróleo crezca en 2,4 millones de barriles diarios (mbd) en 2023, tras una revisión al alza de aproximadamente 0,1 mbd respecto al mes pasado, sobre todo debido a una mayor demanda en China en el segundo trimestre”, señala la OPEP en su informe mensual sobre el mercado petrolero, donde sitúa el consumo total anual en 102 mbd.
La OPEP destaca que ha aumentado sus expectativas debido al fuerte crecimiento de la demanda interanual en abril y mayo en China, el mayor importador mundial de crudo. En los países más desarrollados, la demanda de petróleo en el ejercicio aumentará en 62.000 barriles por día hasta los 46 mbd, según la OPEP, al tiempo que los países en desarrollo serán responsables de casi todo el aumento del consumo con 2,4 mdb hasta un total de 55,99 mbd.
Para 2024, la OPEP vaticina un “sólido crecimiento mundial” que eleve la demanda de crudo en 2,2 mbd hasta un promedio de 104,25 mbd, con gran parte del crecimiento en países en desarrollo como China e India. El grupo de productores de petróleo espera que la economía mundial crezca un 2,5% el próximo año, por debajo de su estimación de crecimiento de este año situada en el 2,6%.