El avance entre julio y septiembre está por debajo del 2,1% registrado en el segundo trimestre, como consecuencia de la caída del 10,6% de los servicios mayoristas, hasta 212 millones de euros, que empeoran su evolución, impactados por la decisión regulatoria de reducir las tarifas de terminación de llamadas, con un leve efecto en los márgenes.
Los ingresos minoristas, por el contrario, crecieron un 2,4%, hasta 801 millones de euros, por encima del 1,9% registrado en el segundo trimestre, gracias al incremento del ingreso por cliente (arpo), de 2,1 euros en las tarifas convergentes; y la mejora de la tasa de rotación de usuarios (churn), con un decrecimiento de 2,6 puntos porcentuales en términos internauales.
Las ventas de equipos continuaron creciendo, con una subida interanual del 4,1%, hasga 166 millones de euros, si bien a menor ritmo. En los nueve primeros meses del año crecieron un 13,3%, hasta 513 millones. Orange ha indicado que, en mercado como el español que continúa siendo altamente competitivo, ha sostenido su crecimiento, enfocando la estrategia en los clientes de valor, con una “rigurosa política de marketing”. La teleco ha destacado también los cambios en el portfolio de tarifas convergentes con la propia marca Orange. En este sentido, la convergencia aporta al negocio de Orange España 1.420 millones de euros hasta septiembre de 2023, un 1,5% más.
En cualquier caso, Orange España acumula cinco trimestres consecutivos de incremento en su facturación total. La base de clientes aumentó en 9.000 durante el tercer trimestre, frente a 6.000 en el periodo entre abril y junio, mientras que los contratos móviles aumentaron en 3.000, por debajo de los 51.000 del segundo trimestre. La teleco redujo en 20.000 clientes la cartera de usuarios convergentes. En términos generales, la operadora ha sumado 746.000 clientes a lo largo del último año, alcanzando los 21.609.000 usuarios.