Los analistas afirman que el oro se está viendo favorecido por las tensiones geopolíticas, ya que la guerra en Ucrania y en Gaza estarían animando a algunos inversores a invertir en lingotes. En especial, las potenciales represalias de Irán a cuenta de su ataque sobre el consulado de Teherán en Damasco están empujando a los inversores hacia el activo refugio dado que, según ha adelantado ‘The Wall Street Journal’ citando a una fuente conocedora del asunto, Israel se estaría preparando para un ataque en los próximos dos días.
Además, algunos bancos centrales de países emergentes también han estado aumentando últimamente sus reservas de oro, como es el caso del banco central de China, que amplió sus existencias en marzo por decimoséptimo mes consecutivo.
En lo que va de año, el oro acumula una revalorización de más del 16,6%, si bien los avances se han concentrado mayormente en marzo al calor de las declaraciones y movimientos de los bancos centrales a propósito de cuándo y con qué intensidad llegarán los tipos de interés. Paradójicamente, la perspectiva de una política monetaria dura durante más tiempo del previsto debería presionar a la baja al oro, ya que el metal cotiza en ‘billetes verdes’ y la teoría clásica postula que al mantenerse elevado el ‘precio del dinero’ cae el oro y viceversa.