El operador aplicó el corte máximo de 609 MW y según indicó el director de la Asociación de Grandes Empresas Consumidoras de Energía, González, la totalidad de las compañías se desconectaron, lo que facilitó que el servicio funcionase a la perfección y demuestra así, una vez más, su utilidad.
Las centrales de ciclo combinado rebajaron su producción de 9.207 MW a 8.745 MW. El carbón siguió produciendo con sus 243 MW y se produjo una importante reducción de la previsión de producible eólico, lo que llevó de nuevo a un cóctel de eventos que vuelven a poner en jaque al sistema eléctrico.
Red Eléctrica insistió ayer en el mismo mensaje que el pasado 23 de mayo cuando se produjo el primer episodio, «la continuidad del suministro no se vio en ningún momento comprometida, siendo el objetivo de la orden de activación -que se aplicó durante aproximadamente tres horas, que establece la normativa- garantizar los niveles de reserva establecidos en los procedimientos de operación en respuesta a una situación puntual en la que se vieron reducidos los recursos disponibles en el sistema».
Durante 2023, el SRAD se utilizó en dos ocasiones a principios del mes de septiembre y esta es la segunda vez que se pone en funcionamiento este ejercicio.
España afronta un grave riesgo de apagones hasta 2030 pese al fuerte ritmo de instalación de renovables. Nuestro país afrontará un importante riesgo de cobertura de la demanda si se cierran los 9.000 MW de centrales de gas que las eléctricas quieren desconectar por la falta de rentabilidad económica o si el ritmo de puesta en marcha de almacenamiento no logra cumplirse.
Red Eléctrica llevó a cabo un análisis nacional de cobertura del Sistema Eléctrico Peninsular Español, en el que reconoce que estará en situación precaria si se desmantelan estas plantas de gas, aunque no hace ninguna alusión al cierre previsto de las nucleares (Almaraz, Ascó I y Cofrentes). La compañía reconoce, por primera vez, que la situación puede agravarse a partir de 2027 -incluso con los ciclos abiertos- si la puesta en funcionamiento del almacenamiento no se cumple. En esa fecha se inicia el desmantelamiento nuclear sobre el que no se hace referencia en el informe y prolonga los riesgos hasta el 2030, es decir, más allá de la alerta lanzada en su momento por Entsoe -el organismo de transportistas de europeos- en febrero de 2023 y que ha provocado la aparición de este análisis.