De este modo, ha defendido que al suavizar las alzas de tipos, «es decir, avanzar en pequeños pasos», se puede asegurar calibrar ambos elementos con mayor precisión a la luz de la información entrante. «Este marco nos permitirá volver a nuestro objetivo sin demoras indebidas. Y nos permitirá hacerlo con un coste mínimo para la economía y el empleo, reduciendo el riesgo de que ajustemos demasiado», ha explicado.
En este sentido, ha señalado la importancia del pronunciado endurecimiento de la política monetaria acometido por el BCE para evitar efectos secundarios en forma de desanclaje de las expectativas de inflación o una espiral de precios y salarios, aunque el efecto sobre la demanda interna sólo se sentirá de forma plena en los próximos trimestres.
De este modo, ha abogado por reevaluar cuidadosamente las perspectivas de medio plazo para la inflación y los riesgos que la rodean, destacando que los riesgos para las perspectivas de inflación «ahora están más equilibrados que en el momento de nuestras proyecciones de diciembre».
En este contexto, ha insistido en la necesidad de que el BCE no se comprometa previamente de manera incondicional con futuros movimientos de política monetaria y, en cambio, la calibración de esta dependa de los datos, tenga visión de futuro y se adapte a los cambios. En tales circunstancias, para el italiano es preferible un enfoque verdaderamente dependiente de los datos para calibrar la política monetaria, ya que permite reaccionar ágilmente a los datos entrantes y proporciona suficiente tiempo para ver cómo las decisiones del banco central afectan la economía en general.
«A la luz de esto, debemos considerar cada vez más el riesgo de un ajuste excesivo», ha advertido, señalando que, después de muchos años de bajo crecimiento, llevar a la economía a una recesión a gran escala podría desencadenar una destrucción permanente de la capacidad productiva y dañar futuras oportunidades de empleo, especialmente para los miembros vulnerables de la sociedad.
«En general, la política monetaria debe reaccionar con fuerza cuando choques importantes golpean la economía y empujan la inflación en una dirección clara. Pero cuando los riesgos están más equilibrados, un enfoque dependiente de los datos es un requisito previo para evitar errores costosos», ha apostillado.