Todas las investigaciones realizadas hasta la fecha «son indicativas de un cuadro clínico complejo» que requerirá una nueva terapia adecuada. Lo que está claro es que, a pesar de todo, el Papa «mantiene el buen humor», ha declarado Bruni, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, quien también ha detallado que el «cuadro clínico complejo» no hace necesariamente referencia a que sea «más grave», sino que el diagnóstico es actualmente «más claro».
Las últimas noticias de la Santa Sede confirmaron que el Pontífice descansó bien durante la noche. «Ha desayunado, leído algunos periódicos y pasado una noche tranquila», declaró Bruni. De momento el Vaticano no ha dado una fecha de alta hospitalaria del Santo Padre. Lo que sí se va a hacer, de momento, es cancelar todas las audiencias que el Pontífice tenía previstas hasta el próximo miércoles, inclusive.
Es desde el pasado viernes 14 de febrero que el Santo Padre se encuentra en el hospital Gemelli, donde ingresó para realizarse unas pruebas y continuar el tratamiento de la bronquitis que padecía desde hacía tres semanas. Pocas horas más tarde, la Santa Sede confirmó en un escueto mensaje que el Papa padecía una infección en las vías respiratorias y «leve fiebre».
Toda la agenda de Francisco ha sido anulada tras ser hospitalizado. El Papa no participó en los eventos previstos para Jubileo de los Artistas ni tampoco ha podido realizar la visita prevista para hoy a los míticos estudios cinematográficos romanos de Cinecittà «por su imposibilidad de participar».