Una cifra casi clavada a la que se registraba en el arranque de 2009, cuando la destrucción masiva de empleo que se produciría después solo acababa de empezar.
Los motivos por los que se reduce el paro de larga duración —aquellos parados que llevan más de un año desde que dejaron su último empleo— tienen mucho que ver con el ciclo económico. Cuando se crea empleo, el número de personas que se quedan sin trabajo se reduce. Al mismo, tiempo, silenciosamente, los desempleados de larga duración van saliendo poco a poco de este colectivo.
Pero no necesariamente abandonan el paro porque encuentren trabajo. Muchos, sobre todo los más envejecidos, abandonan el mercado de trabajo hacia la jubilación. «La mayoría de parados de larga duración son personas mayores. Muchos pasan a la inactividad porque tienen edad para jubilarse», explica Felgueroso, investigador en Fedea, especialista en mercado laboral.
Según este economista, «entre 2007 y 2013 hubo un aumento grande y continuo del paro», recuerda el investigador. «De los que entraron entonces, empezaron a salir los que menos dificultades tienen, los menos vulnerables y más cualificados. El que lleva más tiempo suele tardar aún más en salir».
El número de parados de larga duración en España llegó a ser dramático en el punto álgido de la crisis. En el primer trimestre de 2014, había casi tres millones de personas desempleadas que llevaban más de un año sin trabajar. El 55% de todos los parados en España era de larga duración. Ese porcentaje se ha ido reduciendo poco a poco hasta alcanzar el 38% actual. Esta bolsa que se resiste a desaparecer es una de las razones que explican por qué a España le cuesta tanto reducir una tasa de paro que alcanza aún el doble dígito (10,6%).
El perfil de parado de larga duración actual es diferente al de antes de 2008. A finales de 2024, el 58% de estos desempleados tenían más de 45 años, frente a un 34% antes de la crisis. Solo uno de cada cuatro tiene estudios universitarios. Unas cifras que son el fiel reflejo de un envejecimiento poblacional imparable con el que tendrá que lidiar la economía del país en las próximas décadas.
El paro de larga duración varía considerablemente según la comunidad autónoma de que se trate. Canarias, donde el paro de más de un año supone un 45% de todo el desempleo del archipiélago, es la comunidad donde más peso tienen estos parados. Tras Canarias aparecen Comunidad Valenciana (42%), Andalucía (41%), Asturias (41%) y Castilla-La Mancha (40%). La otra cara de la moneda la encarnan territorios como Baleares (22%), Navarra (28%)o País Vasco (30%).
No obstante, hay comunidades donde los parados de muy larga duración (los que llevan ya dos años buscando sin éxito) tienen un peso muy elevado sobre la masa total de desempleo. Es el caso de Canarias, con un porcentaje de parados de dos años más que alcanza el 35%. Las cifras son también elevadas en Andalucía (29%), Aragón (28%) y País Vasco (25%).