Tal es la apuesta, que España es la potencia europea que ha registrado el mayor crecimiento de solicitudes en la última década, con un fuerte aumento del 44% desde 2014. «La economía española ha crecido por encima de otras de nuestro entorno en este periodo y la situación de partida -en innovación- era inferior a otras economías de nuestro nivel, que cuentan con más cultura en desarrollos científicos y tecnológicos», explica a este medio Luis Berenguer, portavoz oficial de la OEP. A pesar de este avance, la brecha en innovación sigue latente y España aún mira con recelo los volúmenes de patentes que presentan sus homólogos europeos. La economía española, afincada en el puesto 15 del ranking mundial, necesitaría más que duplicar su ritmo de inventos para entrar en el ‘top 10’ que encabezan Estados Unidos, Alemania y Japón. Consultado por este hecho, Berenguer argumenta que el motor económico de España «se traslada a un sector terciario, que no es tan intensivo en patentes».
Pero, tal y como escenifica el portavoz de la institución, «esto está cambiando». Y lo hace al ritmo de la investigación pública, donde el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) lidera las solicitudes con 68 peticiones, y privada, con la presencia de gigantes tecnológicos como Amadeus (43 solicitudes) y Telefónica (21) entre las diez entidades españolas con mayor actividad de investigación. Ese ‘top 10’ made in Spain, copado de universidades y centros públicos, esconde una tendencia que destaca a España por encima del resto de Europa. «España lidera la tasa de mujeres inventoras; el 42% de las solicitudes de patentes incluyen al menos una mujer inventora, muy por encima de la media europea del 25%», resaltan los autores del informe. Para Berenguer, este hito se respalda en el fuerte peso que tiene en España «la investigación publica, que facilita la conciliación laboral de las mujeres innovadoras» y «los destacados avances en biociencia, un sector con fuerte presencia femenina».
Todo ello se escenifica a la perfección en Cataluña. Al calor del «muy potente ‘hub’ farmacéutico y el tirón de las empresas de la automoción, especialmente aquellas vinculadas al vehículo eléctrico» la economía catalana repite como la autonomía más innovadora de España con 724 solicitudes de patentes en 2024, seguida de Madrid (413) y el País Vasco (326). El liderazgo catalán en innovación cobra más sentido si se tiene en cuenta que los sectores que más patentes han solicitado en Europa el último año son, por orden, el farmacéutico, la tecnología sanitaria, la biotecnología y el transporte.