De esta manera los perceptores del salario mínimo interprofesional (SMI) no estarán obligados a tributar en el IRPF este año, pero solo este 2025, tras un acuerdo entre los ministerios de Hacienda y Trabajo que llega tras una escalada de la tensión entre ambos en las últimas horas que llevó incluso a la vicepresidenta segunda, Díaz, a anunciar a primera hora de esta mañana, la ruptura de las negociaciones sobre la tributación de la renta mínima.
El acuerdo pasaría por introducir una deducción en la cuota del IRPF que haría que los asalariados que cobran el salario mínimo o menos no tributen el IRPF este año.
Precisamente ayer trascendió una propuesta de Hacienda para habilitar una deducción específica a los perceptores del SMI que tuvieran que tributar (el 20% del total que se corresponde a perfiles solteros sin hijos) para evitar que pagasen el IRPF, una medida que costaría, en cálculos del propio Ministerio, 200 millones de euros, mucho menos de lo que implicaría aprobar una exención del IRPF por debajo del salario mínimo.
Esta mañana, durante una entrevista en Telecinco, Díaz anunció que Hacienda se levantó a última hora del miércoles de la mesa en la que se negociaba una compensación para los perceptores del SMI que finalmente tendrían que tributar en el IRPF. «Ayer a las 10 de la noche se estaba negociando, para que la ciudadanía lo entienda, pero ella se ha levantado de esa mesa, es decir, ha dado la instrucción de romper las negociaciones», subrayaba la ministra de Trabajo durante su intervención televisiva. Díaz afirmaba además que le envió a la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, hasta cinco propuestas para intentar alcanzar un acuerdo que no perjudique a los perceptores del SMI por la decisión de Hacienda de que tributen en el IRPF tras la última actualización de la renta mínima. «El aroma que rezuma es que a ella [a Montero] le parece que el salario mínimo es muy elevado», criticaba Díaz horas antes del acuerdo y señalaba que con la tributación que aplicará Hacienda, los perceptores del SMI no recibirán el 60% del salario medio neto que establece la Carta Social Europea suscrita por España. Díaz denunciaba que «hay injusticia fiscal, porque el tipo (en el IRPF) que se aplica a esos trabajadores a partir de 16.500 euros al año es del 43%, de tal manera que es verdad que nosotros desde el Ministerio de Trabajo hemos subido, con un acuerdo con los sindicatos, el salario mínimo, 50 euros, pero 22 euros van directamente a la tributación de Hacienda
Pero el acuerdo tiene muchos recovecos porque solo compensara al 20% de los perceptores de SMI, básicamente solteros sin hijos, que desde este año tenían que tributar tras la subida acordada para 2025, dejando fuera del acuerdo a los trabajadores autónomos que cobren la misma cantidad del SMI, 1.184 euros brutos al mes en 14 pagas, y a los pensionistas que estén en la misma situación.
La razón tiene que ver con que el acuerdo solo reconoce una exención tributaria exclusiva para los trabajadores que cobren el SMI, no una subida del mínimo exento, que alcanzaría a todas las personas que cobren esta cantidad.
La implicación económica es inmediata, ya que esta exención supondrá poco más de 200 millones de euros de recaudación del IRPF, diez veces menos de lo que habría costado si como en ocasiones anteriores se hubiera elevado el mínimo exento, unos 2.000 millones, con lo que alcanzaría al conjunto de los contribuyentes, no solo a una parte, que según fuentes ministeriales no superarían los 500.000. Por tanto, el acuerdo se limita a introducir una deducción en la cuota del IRPF que hace que los asalariados que cobran el SMI o menos no tributen el IRPF este año, menos del 20% de los perceptores.
El presidente de ATA y vicepresidente de la CEOE, Lorenzo Amor, ha lamentado que el Gobierno no exima también de tributación a autónomos con ingresos similares al SMI porque «se rompe el equilibrio de igualdad, de equidad y no discriminación. El Gobierno considera a los autónomos ciudadanos de segunda. Es lamentable que se les obligue a tributar por IRPF teniendo ingresos similares al SMI».