El texto que lleva por título ‘Un análisis de la incidencia del incremento de las cotizaciones sociales aprobado en 2023’, ofrece una cuantificación del aumento recaudatorio entre 2023 y 2050 que podría obtenerse del incremento aprobado sobre las cotizaciones sociales. Para calcularlo, el organismo explica que se estima el impacto de la senda de crecimiento establecida sobre la base de cotización máxima en relación con una senda en la que su magnitud permaneciese constante en términos reales, se computa el efecto de la cotización adicional sobre la parte salarial que supere a dicha base máxima y se calcula el efecto del mecanismo de equidad intergeneracional.
Cabe destacar que la valoración de estas medidas ignora las posibles consecuencias sobre el empleo, los salarios o la competitividad del incremento estipulado en los costes laborales».
De este modo, la suma de las tres medidas descritas en este epígrafe ascendería al 0,6% del PIB en 2030 y al 0,9% del PIB en 2050. Como señala el Banco de España, la estimación para este último año coincide con la proporcionada por la AIReF y por Fedea, pero sería algo inferior a los cálculos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que eleva el impacto de los cambios normativos al 1,1% del PIB.
En todo caso, el organismo añade que «existe una gran incertidumbre sobre el efecto preciso de los cambios normativos analizados. Esta falta de certeza responde, en gran medida, a que el horizonte de cuantificación es muy amplio, por lo que la materialización de cambios en el mercado de trabajo y la propia reacción de los agentes obligarán a reevaluar su alcance en el futuro».
Hay que recordar que fue en marzo de 2023 cuando se aprobó esta reforma de las cotizaciones sociales. Contempla, entre otras, tres actuaciones dirigidas a incrementar de manera gradual las cotizaciones sociales y, por ende, los recursos del Sistema de la Seguridad Social.
«En primer lugar, se ha establecido un incremento finalista del tipo de cotización, denominado ‘mecanismo de equidad intergeneracional’, que estará vigente entre los años 2023 y 2050. En segundo lugar, se ha estipulado que la base máxima de cotización entre los años 2024 y 2050 crecerá por encima del aumento de los precios y, en particular, a mayor velocidad que la pensión máxima. En tercer lugar, se ha introducido una cotización adicional sobre los salarios por encima de la base de cotización máxima, que entrará en vigor en el año 2025».
El Banco de España también ha analizado otras cuestiones. Así, del análisis se derivan varias conclusiones. Una de ellas es que existe una notable heterogeneidad en términos de género, edad, educación, sector de actividad y tamaño de empresa en la incidencia de la base máxima de cotización. «Entre otras características, los trabajadores en edades medianas y con mayor cualificación y las empresas grandes mostrarían una mayor probabilidad de exhibir bases de cotización topadas por el máximo legal».
Otra conclusión sería que el incremento de las cotizaciones sociales tendrá un efecto desigual a lo largo de la distribución de los salarios. «En particular, el aumento de los tipos efectivos de cotización será más elevado para los salarios altos. Por ejemplo, las remuneraciones brutas en torno a 60.000 euros aumentarían sus cuotas sociales en una mayor proporción bajo el esquema de cotizaciones establecido para 2025, mientras que las remuneraciones en torno a 80.000 euros incrementarían en mayor medida sus cuotas, como porcentaje de la retribución bruta, bajo el diseño fijado para 2050».