En la primera parte del trabajo se analizan y cuantifican las diferencias existentes entre el sistema vigente y uno de reparto basado en cuentas nocionales, tanto con datos reales de la Muestra Continua de Vidas Laborales 2023 (MCVL2023) como trabajando con un teórico individuo representativo con las características medias observadas en nuestro país. Seguidamente, se plantea un esquema de transición gradual desde el sistema actual hacia un modelo de cuentas nocionales con mecanismos automáticos de ajuste.
En un escenario optimista (con un crecimiento futuro del PIB del 2,2%) y desde un punto de vista colectivo (incorporando las cotizaciones de los que no llegan a jubilarse por fallecimiento, incapacidad o por no cumplir el periodo de carencia), la pensión del sistema de cuentas nocionales sería (ex-ante) un 12,2% inferior a la pensión contributiva del sistema actual. Debe tenerse en cuenta que este cálculo no incorpora los efectos positivos de equilibrio general sobre la inversión y la productividad a que daría lugar un sistema de cuentas nocionales, frente a los costes en términos de estas variables de mantener el sistema actual con unas necesidades crecientes de financiación por encima de las cotizaciones. Teniendo en cuenta todos estos efectos, la renta de ciclo vital con un sistema de cuentas nocionales sería probablemente superior al sistema actual.
Con datos de la MCVL2023 y planteando un ejercicio de suma cero, donde hacemos coincidir la pensión media de los dos sistemas, se puede ver cómo afectaría la implantación de un sistema de Cuentas Nocionales a los distintos colectivos. Saldrían beneficiados los que en el sistema actual sufren inequidades, que son más claramente: a) los que tienen bases reguladoras más bajas;
b) los que tienen carreras laborales más largas;
c) los que se jubilan anticipadamente.
Como consecuencia, y de forma indirecta, los autónomos y los hombres, también saldrían ligeramente beneficiados. Todo ello es debido a que el sistema de Cuentas Nocionales garantiza por diseño el equilibrio y la equidad actuarial, de manera que todos los individuos obtienen pensiones esperadas proporcionales a su esfuerzo contributivo durante toda la vida laboral, utilizando para ello probabilidades de supervivencia unisex.
Los parámetros fundamentales del sistema de cuentas nocionales que se han utilizado para los cálculos son los siguientes:
• Tipo de cotización para pensiones: 21%, que se obtiene agregando las cotizaciones para jubilación tanto de los que se jubilan en 2023, como de aquellos que no llegan a jubilarse ese año por haber fallecido, incapacitado o no cumplir el periodo de carencia.
• Edad mínima de jubilación: Aumentaría a razón de ⅔ de lo que crezca la esperanza de vida, con el objetivo de mantener constante la relación entre años de cotización y años de cobro de la pensión (con una relación 2 a 1). Pasaría de 63,5 en 2042 a 64,5 en 2070.
• Tipo nocional de interés para actualizar las cotizaciones pagadas: Se debería utilizar una media móvil de la variación interanual del PIB, además debería elegirse un periodo amplio, 20 o incluso 40 años.
• Factor actuarial para el cálculo de la pensión a partir del capital nocional acumulado: Hemos utilizado el valor actual actuarial de una renta vitalicia, creciente en progresión geométrica. Se recomienda utilizar valores promedio. El factor será previsiblemente creciente debido a dos motivos: a) el aumento de la esperanza de vida y b) el menor crecimiento esperado del PIB.
• Mecanismos de ajuste automático. Aparte del factor actuarial y del tipo nocional, se debería utilizar: a) un fondo de reserva; b) una regla de activación; c) unos parámetros vinculados a la parte de los ingresos, de los gastos o de ambos; y d) una regla de reversión.
El trabajo ilustra la transición al nuevo sistema en un plazo de 20 años. El sistema de Cuentas Nocionales se aplicaría de cara a la jubilación de los nacidos de 1971 en adelante, pero inicialmente en combinación con el sistema actual, cuyo peso iría descendiendo un 5% cada año. Así, el 5% de la pensión de la cohorte de 1971 se calcularía por el sistema de cuentas nocionales y el 95% aplicando el sistema actual, mientras que para los nacidos en 1990 ya se aplicaría el nuevo sistema al 100%.
La transición al nuevo sistema reduciría el gasto en pensiones. En un escenario optimista (con un crecimiento del PIB futuro del 2,24%) el ahorro sería del 3,8% en 2050 y del 10,7% a largo plazo. Con un crecimiento futuro del 1,23%, el ahorro sería del 11,5% en 20250 y del 40,1% a largo plazo. Medido como porcentaje del PIB, el ahorro en 2050 sería del 0,6% PIB en el escenario optimista y del 1,7% en el segundo caso.
Los autores destacan las siguientes conclusiones:
• Las simulaciones realizadas indican que la introducción de cuentas nocionales redundaría en pensiones iniciales más moderadas pero sostenibles y sin la necesidad de asegurar su financiación con recursos adicionales a las cotizaciones.
• El sistema propuesto supondría una reducción de las elevadas tasas de sustitución y de reemplazo españolas (pensión inicial sobre último salario y pensión media sobre salario medio) que nos acercaría a los niveles registrados en los países de nuestro entorno. En la actualidad, la pensión media española representa el 74% del salario medio y el 107% del salario más frecuente. Con Cuentas Nocionales convergería a niveles más en línea con estándares europeos, de un 50-60% del salario medio.
• No se vería comprometida la suficiencia básica gracias a la recomendación de mantener el sistema actual de complementos para pensiones mínimas financiados mediante impuestos.
Para el éxito de la transición es importante que se cumplan las siguientes condiciones:
a) Alcanzar un amplio consenso político y social;
b) Proteger a los colectivos vulnerables durante la transición;
c) Ampliar la reforma con políticas que potencien los pilares complementarios de previsión;
d) Establecer un marco fiscal y macroeconómico coherente
e) Monitorizar y ajustar técnicamente el sistema;
f) Constituir un Fondo de Reserva robusto para hacer frente a posibles shocks adversos.
El nuevo modelo reforzaría la sostenibilidad intertemporal, restaurando la confianza en la viabilidad del sistema público de pensiones para las generaciones presentes y futuras.
Asimismo, se mejoraría la equidad inter e intra-generacional en un marco transparente y automáticamente adaptado a la realidad demográfica, evitando cargas injustas sobre los jóvenes o transferencias ocultas entre colectivos.
Al incrementar la contributividad, también se promovería una mayor justicia distributiva.
La mayor transparencia y lógica actuarial probablemente incentivarán comportamientos socialmente beneficiosos (como invertir en formación y mejora del capital humano, prolongar la vida laboral, retrasar la edad de retiro, incrementar el ahorro complementario, etc.), lo cual, a su vez, contribuiría al fortalecimiento del crecimiento económico y de la capacidad para pagar pensiones más altas en el futuro.
El sistema de Cuentas Nocionales se puede considerar una solución integral que equilibra sostenibilidad, equidad y suficiencia, reforzando los principios de solidaridad y contributividad que deben regir un sistema público de pensiones moderno.