Tras la última reforma del reglamento, el Gobierno se comprometió a extender estos vehículos para conseguir que 13 millones de trabajadores cuenten con un producto de ahorro a nivel empresarial. La OCDE y la Comisión Europea han trabajado estos meses junto al Ministerio de Seguridad Social, culminando con unas conclusiones que presentaron en privado en la sede del Ministerio el pasado jueves.
Los emisarios recogen varias recomendaciones para optimizar la aplicación de los nuevos planes de empleo con conclusiones: reforzar el papel de los agentes sociales en la negociación colectiva o simplificar el esquema de incentivos financieros de los planes de pensiones de empleo.
Las conclusiones del trabajo pasan por alinear los incentivos financieros con las necesidades y capacidades de empresas y trabajadores. Además, proponen que España simplifique y estabilice las normas fiscales, introduciendo incentivos no fiscales para los trabajadores jóvenes, los de bajos ingresos y las mujeres. Los expertos internacionales apremian también a concienciar del ahorro en estos planes de pensiones a través de los agentes sociales.
El ahorro complementario para la jubilación se ha centra históricamente en los planes individuales. De hecho, el desarrollo de los planes de empleo se quedó estancado a mitad de la primera década de siglo. En 2005, el segundo pilar cubría al 8% de la población trabajadora contaba y el patrimonio de estos planes equivalía al 3,2% del PIB español.
La hucha de los planes de empleo se ha mantenido casi inalterada desde entonces, aunque la última reforma de pensiones quiere reconducir la situación con el objetivo de conseguir más ahorro para complementar la jubilación y que más personas estén cubiertas por la previsión social. En concreto, quieren aumentar de 2 millones a 13 millones de trabajadores con planes de pensiones de empleo esta misma década y que a largo plazo el 80% de la población activa tenga un plan de empleo. Los activos se multiplicarían por tres en 2030, sumando ya el 9% del PIB, y por diez para mitad del siglo, acumulando el 51% del PIB en planes de empleo en 2050.
Faltan 11 millones de trabajadores para llegar a los 13 millones de personas cubiertas por la previsión social complementaria, un reto mayúsculo para lo que resta de década. La construcción ya ha puesto en marcha la maquinaria y el ahorro ha comenzado, aunque es un proceso lento. Otros sectores interesados en crear su plan de pensiones es el metal, como adelantó este medio, que acogería a otro millón de personas.