Y todo porque la OPEP+ reafirmaba este fin de semana su decisión de pausar los aumentos de producción durante el primer trimestre de 2026, en un intento de contener el exceso de oferta que ha presionado a la baja al mercado en los últimos meses. El movimiento coincide con la inquietud generada por la posibilidad de que Estados Unidos adopte nuevas medidas contra Venezuela, uno de los grandes productores mundiales.
La OPEP+ ya había acordado la pausa en noviembre, pero el comunicado tras la reunión del domingo volvió a subrayar la necesidad de mantener “un enfoque cauteloso” y conservar “plena flexibilidad” para seguir pausando o incluso revertir los ajustes voluntarios de producción, ante el temor de que el mercado global se enfrente a un creciente exceso de crudo.
En conjunto, el cóctel de un ajuste de producción de la OPEP+, posibles restricciones al crudo venezolano y un repunte de las tensiones geopolíticas ha devuelto algo de tono al mercado. Pero, el petróleo todavía necesita algo más que un impulso puntual.
