Este lunes, la cotización del Brent se deja más de un 4%, hasta la zona de los 62,7 dólares, mientras que el West Texas baja más de un 3%, hasta cotizar por debajo de los 60 dólares el barril. Las crecientes tensiones entre Estados Unidos y China confirman los temores de los inversores de que está en marcha una guerra comercial mundial y han avivado los temores de una recesión, lo que reduciría la demanda de crudo.
La semana pasada, el Ministerio de Finanzas de China anunciaba que impondrá un arancel del 34% a todos los bienes importados de Estados Unidos a partir del 10 de abril como respuesta a aranceles impuestos por la administración del presidente Donald Trump, por los que gravará también con un 34% las importaciones procedentes de China. Además, la sorpresiva decisión de la OPEP+ de aumentar la oferta en mayo más de lo previsto ha echado más leña al fuego. En concreto, ha decidido avanzar en su plan para eliminar gradualmente los recortes de producción de petróleo y ha anunciado que añadirá al mercado 411.000 barriles por día en mayo. La cantidad supone bombear el equivalente a tres tramos mensuales.