Sin embargo, el crudo está aún lejos de los máximos del año que marcó hace varias semanas y que situaron al Brent al filo de los 100 dólares. Aunque la reacción inicial del petróleo a la situación ha sido de subidas, algunos analistas creen que es impulsiva y que no durará. Para que este conflicto tenga un impacto duradero y significativo en los mercados petroleros, debe haber una reducción sostenida en la oferta o el transporte de petróleo», dijo Vivek Dhar, director de investigación de materias primas de minería y energía del Commonwealth Bank, según recoge ‘CNBC’. «De lo contrario, y como ha demostrado la historia, la reacción positiva en los precios del petróleo tiende a ser temporal y fácilmente superada por otras fuerzas del mercado», escribió en una nota diaria. El conflicto no pone en peligro directamente ninguna fuente importante de suministro de petróleo, agregó.
De cualquier forma, «la escalada de las tensiones ha generado una ola de pánico en los mercados financieros en la apertura del lunes. El barril de crudo estadounidense cotizó por encima de los 87 dólares por barril, ya que los temores a una posible represalia contra Irán amenazan el paso de los buques que transportan petróleo a través del Estrecho de Ormuz y cambian la retórica del mercado de una potencial desaceleración de la demanda mundial de petróleo a una oferta mundial ajustada», afirma Ipek Ozkardeskaya, analista sénior de Swissquote Bank.
«Es difícil predecir la magnitud de la acción de precios en respuesta a los choques geopolíticos. El hecho de que Estados Unidos e Irán estén involucrados en la turbulencia sugiere que las tensiones podrían aumentar aún más. Desde una perspectiva de precios, se espera que el nivel de 90 dólares por barril ofrezca una fuerte resistencia en el crudo estadounidense, ya que la escalada y la prolongación de las tensiones en Oriente Medio podrían ser la gota que colme el vaso y llevar al mundo muy cerca del borde de la recesión, lo que podría moderar el apetito por el petróleo. Aún es demasiado pronto para afirmarlo con certeza», añade Ozkardeskaya.
Desde una perspectiva geopolítica, esta guerra es diferente a la de 1973 porque el panorama político y geopolítico es diferente, explica la experta. En primer lugar, los países árabes no están atacando a Israel de manera conjunta. En segundo lugar, los países de la OPEP tienen capacidad de reserva que restringen de manera voluntaria para mantener el precio del petróleo por encima de los 80 dólares por barril, pero no necesariamente piensan en triplicar los precios del petróleo, lo que solo aceleraría la transición energética. En tercer lugar, Estados Unidos podría seguir utilizando sus reservas estratégicas de petróleo para amortiguar un posible shock de precios, aunque las reservas estratégicas de petróleo han llegado a su punto más bajo en 40 años después de la guerra en Ucrania. «Por último, la guerra en Ucrania y el embargo al petróleo ruso ya están en juego y Occidente tiene poco margen para imponer otro embargo al petróleo árabe. Dicho esto, una posible represalia contra Teherán representa un serio riesgo al alza para los precios del petróleo. Seguiremos de cerca los acontecimientos, pero no especulamos por ahora sobre un aumento drástico en los precios del petróleo», añade la analista.
Por su parte, el oro suben más de un 1% este lunes (1.864 dólares la onza), ya que los dramáticos enfrentamientos entre las fuerzas israelíes y Hamás durante el fin de semana aumentaron el riesgo de un conflicto más amplio en Oriente Medio y provocaron una oleada de inversiones en refugios seguros como el oro. El precio de la onza ha superado esta mañana el nivel de los 1.850 dólares y una nueva escalada de las tensiones debería impulsar el capital hacia la seguridad del oro», escribe Ipek Ozkardeskaya, analista sénior de Swissquote Bank. «El potencial alcista se extiende hasta unos lejanos 2.000 dólares por onza, pero no se espera que las ganancias debidas a las tensiones geopolíticas duren mucho. Lo que seguirá siendo decisivo para el comportamiento del oro a medio y largo plazo serán los rendimientos (de los bonos) estadounidenses. Por ahora, siguen una senda alcista», añade esta experta. Matt Simpson, analista senior de City Index, añade por su parte que el oro «ha recuperado su estatus de refugio seguro después de los acontecimientos geopolíticos del fin de semana».
«Vemos la posibilidad de que el oro se dirija a los 1.880 dólares, pero a menos que veamos una caída sustancial en los rendimientos de los bonos, dudo que pueda superar los 1.900 dólares en el corto plazo».
La creciente violencia amenaza con desencadenar una nueva guerra importante en Oriente Medio, lo que llevaría a un aumento en los precios del petróleo e incrementaría la demanda de activos refugio como los bonos del Tesoro, el dólar, el yen japonés y el oro.