Basándose en esa premisa, Turull anticipa que «de presupuestos hablaremos siempre que nos acrediten el cumplimiento de los anteriores y como por ahora no pueden hacerlo, pues mal». La solución que plantea Junts es que el gobierno central entregue al gobierno catalán «un cheque con el dinero no invertido».
Sin embargo, liquidar las cuentas pendientes no es la única condición. La mano derecha de Puigdemont en Junts y uno de los principales negociadores con el PSOE añade dos exigencias más a la lista. Una, que el gobierno se arremangue para conseguir que el catalán sea reconocido como lengua oficial en Europa. La otra, lo que el propio expresident ha bautizado como «amnistía política», es decir, que Sánchez e Illa reconozcan a Puigdemont como interlocutor válido y se reúnan abiertamente con él a pesar de que la justicia aún no le haya concedido el olvido penal.
Respecto de las pegas de Podemos a su ley de cesion de fronteras desde Junts se muestran «abiertos a mejorar la ley siempre que sea en positivo», ahí donde, por ejemplo, desde Podemos perciban «alguna expresión racista». Eso sí, «sin recortes en la soberanía de Catalunya». Incluso dejan abierta la posibilidad de apoyar la ILP que la formación morada pide que se apruebe como paso previo negociar sobre esta delegación. Y si finalmente no consiguen convencerles, Turull entiende que «Podemos deberá explicar muy bien por qué en un tema de delegación de competencias tienen un concepto igual que VOX».