Respecto al trimestre actual, se espera un crecimiento en torno al 0,5%, gracias fundamentalmente al sector servicios por el empuje del turismo, cuya campaña de verano se espera que se alargue hasta el mes de octubre. No obstante, creen que la evolución de la economía en este segundo semestre puede verse afectada por la situación de los países de la zona euro, principales destinos de nuestras exportaciones hacia las que se dirigen más del 65% de las mismas. «La situación europea es más débil en el contexto mundial por la cercanía de la guerra de Ucrania y está dando señales de desaceleración», apuntan. En cuanto a la evolución de los precios, destacan que también está siendo más favorable en España que en la zona euro. «Es por ello que mantenemos nuestra previsión de incremento del Índice de Precios de Consumo (IPC) en el entorno del 3% a final de año».
En lo que respecta al empleo en España, «está teniendo una muy buena evolución», aseguran, a la vez que revisan a la baja su estimación de la tasa de paro hasta el 11,8%.
Respecto a la deuda de las Administraciones Públicas, señalan que la ratio de deuda respecto al PIB se va reduciendo y se espera que a final de año se sitúe alrededor del 110,5%, «fundamentalmente debido al aumento de recaudación y al incremento de las cotizaciones por el buen comportamiento del empleo, unido al seguimiento de las políticas emanadas desde Bruselas a este respecto». «La ralentización de la economía, junto con las medidas de lucha contra la inflación y el incremento de las cargas financieras generado por la subida de los tipos de interés, entre otros factores, hacen que mantengamos nuestra estimación del déficit presupuestario para 2023 en el 4,4%», concluyen.