No obstante, Pich ha querido señalar que, «las previsiones para este año y próximos muestran tasas de crecimiento menores para prácticamente todos los países, incluido España». La guerra de Ucrania, el conflicto en el Mar Rojo y los problemas internos como la sequía, afectan las perspectivas. Según el informe, España ha iniciado 2024 con un impulso positivo, aunque la gestión de los problemas económicos internos y externos van a ser «claves» para consolidar el crecimiento y la estabilidad. Es por ello por lo que Marín, director del Servicio de Estudios del CGE, ha resaltado que «en este cuatrimestre los índices adelantados apuntan, claramente, una cierta ralentización en los próximos meses, por lo que parece sensato que se ponga el foco en intentar que estos pronósticos no se confirmen». Así, también ha apuntado que “tanto el coste laboral unitario real, como los datos de productividad por hora trabajada de este último cuatrimestre, son señales que nos podrían ir adelantando cierta tensión futura, por sus efectos en cadena».
El observatorio revela que el Índice de confianza del consumidor se sitúa en 77,6 puntos en 2023, por debajo de la media europea. El Índice de gestores de compras (PMI por sus siglas en inglés) a nivel nacional reflejan debilidad en la industria, con caídas en la producción industrial y la productividad por hora trabajada. Antonio Pedraza, presidente de la Comisión Financiera, resaltó la importancia de abordar la productividad y reducir el déficit público. El Consejo estima un descenso de la tasa de paro hasta el 11,7% este ejercicio, mientras que, en el plano fiscal, las previsiones de los economistas son más pesimistas que las del Gobierno, ya que no prevén que el déficit público se modere al 3% este año para cumplir con las reglas fiscales.
Asimismo, España, consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos de la Junta de Andalucía destacó el resurgimiento de Andalucía en los últimos cinco años, convirtiéndose en un referente en tecnología, aeroespacial, energías renovables y turismo. Ha añadido también que los acuerdos bilaterales del PSOE con nacionalistas catalanes podrían afectar la estabilidad para la inversión.
Por otra parte, Pedraza, presidente de la Comisión Financiera del CGE ha asegurado que «es difícil mantener los ingresos extraordinarios que se produjeron el año pasado por la inflación alta»,. Esto, en un contexto marcado por la incertidumbre geopolítica y en el que, a la vez, podría perjudicar a la actividad el hecho de que no salieran adelante los Presupuestos Generales del Estado de 2024. Una eventual prórroga «no da la seguridad que te dan los presupuestos» ni a nivel interno ni a nivel externo, ha recalcado Pedraza, quien ha incidido en que esta situación «crea desconfianza en el gobierno español y en el propio país».
Esa eventual prórroga de las cuentas de 2023 este ejercicio, ante las dificultades del Gobierno para lograr las mayorías parlamentarias suficientes, afecta sobre todo a los proyectos de inversión, una variable que es esencial para que se cumpla esa estimación del 1,6% del PIB en un entorno cada vez más complejo. «A lo que más afectaría es al dibujo que estás dando de cuál va a ser tu inversión privada en el futuro», ha señalado Marín, director del servicio de estudios del CGE.
Por todo lo anterior, el presidente del Consejo General de Economistas de España (CGE), Pich, ha pedido que se tenga muy en cuenta todo el contexto geopolítico, que puede derivar en tensiones adicionales y en un empeoramiento de las previsiones, por lo que ha reclamado «dedicar nuestro tiempo y esfuerzo al ámbito de la productividad, las inversiones productivas y al ansiado control del déficit público, si queremos que las cifras de 2023 se consoliden».