Una época mágica en la que los terrenos de Girona —200 hectáreas— y Lleida —150 hectáreas— presentan una estampa idílica; el verde y el rosa se entremezclan en los árboles salpicados de estas manzanas. Hasta llegar a este momento de recolección, el sector frutícola ha tenido que hacer frente a una dura temporada climatológica marcada por la sequía y las altas temperaturas, donde ha sido crucial el manejo del agua y las nuevas técnicas de aprovechamiento de este recurso natural.
A pesar de todo, los 70 productores españoles están satisfechos y auguran muy buenos resultados para esta temporada con una estimación de la cosecha de 15 millones de kilos, una cifra insólita. «Si se cumplen nuestros pronósticos, será una cosecha récord en volumen para España con 15.000 toneladas de manzanas Pink Lady®. Además, se mantendrán los estándares de alta calidad. A estas alturas lo único que queda por alcanzar es el color; aún no está el rosa característico de Pink Lady®, pero eso es algo que se consigue en estas últimas semanas, puesto que, además, el tiempo nos va a acompañar. Respecto al calibre de las manzanas, será también muy bueno, con lo cual no habrá ningún problema y podremos abastecer con suficiencia la demanda de España. Durante estos meses, hemos llevado a cabo técnicas de riego que han permitido un aprovechamiento máximo del agua para garantizar el buen crecimiento de las manzanas. No esperamos ni merma de volúmenes, ni de calibre, ni de calidad», explica Joan Serentill, productor de Lleida. Tras un verano tranquilo, con temperaturas mucho más frescas que el año pasado y mayores cantidades de precipitación, Pink Lady® Europa prevé también una cosecha excelente, ya que espera alcanzar en esta campaña 2023-2024 las 225.000 toneladas de manzanas.
Después de 26 años en nuestro país, los productores de Pink Lady® actúan de manera rigurosa para mantener los altos estándares de calidad de la marca y para que las características organolépticas de las manzanas se mantengan intactas y las frutas lleguen a final del año al consumidor con una calidad insuperable. Por ello, todos los recolectores están entrenados en una técnica de recogida tradicional.
En octubre, los productores cosechan la manzana a mano y en varias fases. De este modo, solo escogen las frutas que están maduras —cosecharán las que no lo estén en una fase posterior— y es por lo que la recolección dura entre tres y cinco semanas. Para garantizar su calidad, se recolecta solo en días secos y se empieza por la parte baja del árbol y se termina por las ramas más altas; solo así se evita que alguna manzana pueda caer y dañe a otras. Cada una de ellas se toma cuidadosamente en la palma de la mano y se inclina hasta que se suelta del árbol; así no se causa ningún daño y la manzana sale con su rabito. Luego se coloca con cuidado en las cajas. Un proceso minucioso y artesanal para unas manzanas únicas en el mundo: las Pink Lady® son el resultado del cruce entre las variedades Golden Delicious y Lady Williams. Destacan por unas excepcionales cualidades, como es su seductor color rosado, un aroma irresistible, una textura crujiente y un sabor especial, dulce y rico en matices. La manzana Pink Lady® está marcada por su estacionalidad, debido a un largo ciclo de maduración de siete meses. El resultado es una fruta de buena calidad con una gama de calibres equilibrada y un alto índice de azúcar natural.
Cultivadas en Lleida y Girona, las manzanas Pink Lady® son el resultado del trabajo riguroso y apasionado de 70 productores españoles que trabajan en pequeños terrenos y comparten unos valores de respeto a la tierra y al tiempo que necesitan estas manzanas para lograr una organolepsia muy especial. Por su color característico, su textura crujiente y su sabor inimitable, la manzana Pink Lady® se ha convertido en una variedad única que ha sido fuente de inspiración para Jordi Roca –el pequeño de los Roca, que ha diseñado varios helados de Pink Lady® para sus tiendas Rocambolesc–, chefs como Joaquín Felipe o Pepe Solla, bartenders como Diego Cabrera, Miguel Pérez o Nagore Arregui e incluso diseñadores de moda como Beatriz Peñalver o Ágatha Ruiz de la Prada, quien diseñó una bolsa para su transporte en las alegres tonalidades que caracterizan su trabajo y con el rosa Pink Lady® como pantone protagonista.