Cualquiera que eche una mirada al mapa geopolítico puede entrar en depresión a la velocidad del rayo porque haya hacia donde dirija su mirada es encontrara un dirigente con problemas de carácter político a cual de mayor calado, junto a una situación económica con problemas de distinta índole, según el área, pero de difícil solución a corto plazo y con dudas de que a medio o largo se recupere y sus ciudadanos logren mejorar su nivel de vida y sus expectativas de un futuro mejor.
De nada de eso se habla, pero ese es el panorama de un principio de siglo, largo, tediosos, de difícil digestión y del que no se termina de ver cual puede ser su rumbo definitivo porque los lideres que deberían ser el motor de ese rebaño de millones de personas andan mas perdidos que sus propios ciudadanos o enzarzados en no se sabe que discusiones entre ellos mismos sin terminar de asimilar que la importancia del líder no esta en la pequeña aldea, sino en saber marcar un rumbo hacia un gran proyecto.
Pedir eso de los inútiles populistas que nos gobiernan es una utopía de tamaño gigantesco, Si no saben cual es su mano derecha o izquierda, como van a saber pensar y diseñar una estrategia no tan siquiera para su país, Sin ir mas lejos tenemos encima de la mesa el problema de la inmigración de miles de ciudadanos de otro Continente que tratan de escapar de una pobreza causada por sus propios lideres que acaparan todo tipo de recursos en su propio beneficio, y no somos capaces ni tan su quiera de sentarnos a pensar una solución.
Todo el trabajo de nuestro lideres empieza y termina con discusiones e insultos, pero sin afrontar un problema en el que están en juego millones de vidas. Y ellos, eso si, disfrutando de los lujos y placeres que generan los ciudadanos con su trabajo diario.
Inexplicable, pero real y cierto como la vida misma.