«No creo, la alimentación también es estratégica», ha apuntado el ministro en unas declaraciones realizadas durante una entrevista en el programa ‘Más de uno’ en Onda Cero. Con esas palabras, ha defendido que «la Unión Europea (UE) se preocupa de los agricultores y ganaderos, aunque se han encontrado con una gran incomprensión». El titular de Agricultura ha recordado también que «el 30% del presupuesto comunitario se destina para apoyar al sector primario» y destacado la puesta en marcha del «diálogo estratégico» desde la Comisión Europea «ya que los agricultores lo que quieren es que se les escuche más». En su opinión, la presidenta del ejecutivo comunitario Von der Leyen ha comprendido bien este último extremo.
Tampoco han faltado las referencias a la nueva política comercial del presidente Donald Trump, que tras anunciar aranceles para sus vecinos México y Canadá, ya dirige ha impuesto medidas similares a China y, a partir del 2 de abril, ha expresado su intención de aplicar una tarifa del 25% sobre todos los productos que vengan de la Unión Europea (incluidos los agroalimentarios). «Serenidad y firmeza. Estamos a lo que ocurra, en función de las decisiones que se adopten, tendremos que reaccionar», ha apuntado el ministro quien recuerda que los aranceles tienen «efectos secundarios» sobre la inflación, el consumo… «Los aranceles agroalimentarios suelen aparecer en segunda ronda, porque son los que hacen daño», advierte. Planas destaca la incertidumbre existente y cree que «los realmente asustados son los productores de Texas, Missouri Iowa» ante la guerra comercial desatada con Canadá y China.
«No sabemos lo que va a ocurrir el próximo 2 de abril. Nosotros apostamos por el comercio internacional basado en reglas que le vayan bien a todo el mundo», ha añadido Luis Planas. Al respecto, cree «erróneo» afirmar que Estados Unidos ha perdido dinero en los últimos años con este sistema y que la balanza comercial de España con este país es positiva para los estadounidenses, no así la global con los Veintisiete. «No se puede pensar solo en términos de pura transacción», ha advertido defendiendo el libre comercio «con reglas» como un factor de progreso.