Por lo tanto ,el Ejecutivo no tomará medidas adicionales, pese a que parte de la cadena reclama que carne y pescado también vean reducidas sus cargas impositivas, y a que desde Podemos se sigan demandando nuevos pasos.
A cambio, Planas ha pedido a toda la cadena que traslade a precios la evolución a la baja que dice observar en los costes de producción. “Tenemos razones para pensar que el IPC de los alimentos ha tocado techo. He pedido a todos los agentes de la cadena que pongan de su parte y hagan un esfuerzo para que esa evolución positiva que vemos en la producción, tenga un efecto en los precios pagados por las familias”, ha dicho el ministro de Agricultura. Este defiende que el dato interanual del último IPC alimentario, que marcaba un alza del 15,4%, era tres décimas inferior al del año anterior, y que el dato mensual, con un incremento del 0,4%, “es el mismo porcentaje que la media de enero en los últimos 20 años”. Esto, junto a la evolución de los precios internacionales de trigo, maíz, o de piensos y fertilizantes, son los argumentos que esgrime el Gobierno para apuntar a una futura evolución a la baja de los precios.
Sin embargo, Planas no ha puesto fecha a esa disminución. “Es difícil decir cuándo. La cadena alimentaria no funciona como la energética: los aumentos y bajadas de precios son más lentos porque los traslados de costes son más complejo. Lo importante es que el sendero sea de disminución, y es lo que he pedido a la cadena”. Planas dice que la respuesta de los distintos eslabones ha sido “unánimemente positiva”, y que el Gobierno “va a hacer un seguimiento a la evolución de los precios”, además de continuar analizando posibles medidas, aunque por el momento, defiende que lo aprobado a finales de diciembre es suficiente. “Necesitamos paciencia y persistir para que funcionen”.
El ministro de Agricultura ha querido defender el derecho de las empresas que componen la cadena a “tener su margen de rentabilidad”, y que en el conjunto de la misma, a nivel agregado, esta es “satisfactoria”, aunque con sectores que “pasan dificultades en la producción, y también en la industria”. También ha defendido el papel de la distribución: “Sus márgenes han disminuido de forma significativa porque es un sector moderno, eficiente y con competencia”.
El precio de los alimentos sigue siendo un punto de importante fricción entre los socios de Gobierno. Pablo Fernández, portavoz de la ejecutiva de Podemos, dijo hoy que no esperaba nada de la reunión entre Planas y la cadena. “La solución no es pactar con quien es el problema: los especuladores que están subiendo el precio de los alimentos”.
Por otra parte, ha recordado que “muy pocos países” han adoptado medidas de índole fiscal con respecto a los alimentos. Ha mencionado los casos de Polonia, Alemania o Luxemburgo. “No nos encontramos ante medidas que tenga una fácil aplicación, como las que puedan aplicarse al petróleo al gas”.
Por su parte, la patronal Anged, dice compartir el análisis del ministro y valora de forma positiva la reunión de hoy. “Tanto el Ministerio como el conjunto de sectores coinciden en que la tendencia inflacionista de los alimentos ha sido provocada por un incremento histórico de los costes de producción”, dice en un comunicado, en el que valora las medidas del Gobierno para solucionar “un problema de enorme complejidad y que depende de factores exógenos a la voluntad del Gobierno y de los agentes productivos”.