El ‘flash’ del índice PMI compuesto de la actividad total de la zona euro, elaborado por S&P Global y ajustado estacionalmente, aumentó por quinto mes consecutivo en marzo, de 52 registrado en febrero a 54,1. Esta última lectura indicó el tercer mes consecutivo de crecimiento y señaló que la tasa de expansión se ha acelerado a lo largo de lo que va del año. Una vez más, el crecimiento fue impulsado por el sector servicios, cuya actividad comercial aumentó por tercer mes consecutivo y cuyo índice aumentó de 52,7 observado en febrero a 55,6 en marzo, registrando la mayor expansión desde mayo del año pasado. Una novedad clave fue el nuevo repunte del crecimiento en el segmento de servicios financieros, donde se produjo un notable cambio de rumbo en la actividad inmobiliaria en comparación con la situación a fines del año pasado, pese a las recientes preocupaciones con respecto a la estabilidad del sector bancario y el aumento de los tipos de interés.
La actividad de los servicios al consumidor también siguió recuperándose de la desaceleración observada hacia finales del año pasado, especialmente en los servicios de viajes y turismo. También se ha registrado un crecimiento en los servicios industriales, tecnologías de la información y cuidado de la salud. Por otra parte, la producción manufacturera se mantuvo prácticamente sin cambios por segundo mes consecutivo en marzo, ya que el índice de producción industrial cayó de 50,1 a 49,9. De todos modos, este panorama deslucido representa una mejora frente a los drásticos declives observados durante todo el segundo semestre del 2022. El sector automotriz en particular indicó mejores resultados, vinculados en parte con las mejoras de las cadenas de suministro.
La aceleración del crecimiento de la actividad total en la zona euro en su conjunto fue fomentada en parte por unos crecientes volúmenes de nuevos pedidos, aunque estos se limitaron al sector servicios. El resultado medido en ambos sectores indica que los nuevos pedidos aumentaron por segundo mes consecutivo y al ritmo más intenso desde mayo del año pasado. Pese a ello, un aumento en el ritmo de crecimiento de los nuevos pedidos en el sector servicios contrastó con un ritmo más intenso de pérdida de nuevos pedidos en el sector manufacturero, cuyos volúmenes de pedidos recibidos han caído por undécimo mes consecutivo.
La divergencia en cuanto a las condiciones de la demanda existente entre el sector manufacturero y el sector servicios señalada por la diferencia en las carteras de nuevos pedidos recibidos también se vio reflejada en la evolución de los pedidos pendientes de realización. Mientras que el aumento de los nuevos pedidos generó una acumulación de trabajos pendientes en el sector servicios a la tasa más intensa desde mayo del año pasado, la disminución de pedidos en el sector manufacturero causó la reducción más intensa de los pedidos pendientes de los últimos cuatro meses.
Por lo tanto, los datos sobre los pedidos pendientes sugieren que los crecientes niveles de pedidos por realizar contribuirán a fomentar un nuevo crecimiento del sector servicios en los próximos meses, pero en el sector manufacturero la producción actual solo se mantiene gracias a los pedidos recibidos con anterioridad, situación que crea riesgos a la baja para la producción futura.
Las fábricas del sector manufacturero también se beneficiaron de la atenuación tanto de los retrasos en las entregas como de la escasez de insumos. Los plazos medios de entrega de los proveedores se acortaron por segundo mes consecutivo, y lo hicieron en la mayor medida desde que los primeros datos estuvieron disponibles en 1997, impulsados por una mejora sin precedentes en Alemania.
La atenuación récord de las limitaciones de los suministros marca un cambio de rumbo importante frente a los retrasos récord observados durante la pandemia, y no solo reflejó una mejora en la logística de las cadenas de suministro, como por ejemplo, una menor congestión en los puertos y menos escasez de contenedores, sino también una menor demanda de insumos -que de nuevo cayó con intensidad en marzo- y los renovados esfuerzos de las empresas por reducir los elevados niveles de existencias. Los stocks de compras cayeron en marzo por segundo mes consecutivo, tras haber aumentado intensamente durante la mayor parte de 2022.
Las mejoras en las cadenas de suministro, junto con la demanda decreciente, también redujeron más la presión de los precios de compra en el sector industrial, que cayeron por primera vez desde julio de 2020. En contraste, las firmas del sector servicios indicaron un nuevo intenso aumento de los costes medios, asociado a menudo con los elevados salarios, aunque la tasa de inflación en este caso se atenuó hasta su mínima desde octubre de 2021. Medidos en ambos sectores estudiados, los costes de los insumos aumentaron al ritmo más lento desde marzo de 2021, sin embargo, la tasa de aumento sigue situándose muy por encima del promedio a largo plazo del estudio.
Entretanto, los precios medios cobrados por los productos y servicios siguieron subiendo considerablemente. La tasa de incremento volvió a caer desde la máxima observada el año pasado, hasta su mínima desde mayo de 2021, aunque se mantuvo más elevada que en toda la historia del estudio antes de la pandemia.
Se observó una inflación especialmente elevada de los precios cobrados en el sector servicios, que de todos modos bajaron hasta su mínima en los últimos 13 meses, mientras que los precios cobrados por los productos del sector manufacturero aumentaron al ritmo más lento desde enero de 2021. Por otra parte, la creación de empleo se aceleró hasta su máxima de los últimos nueve meses en marzo, aumentando de ritmo especialmente en el sector servicios, hasta su máxima de los últimos diez meses, puesto que las firmas intentaron mantenerse al día con la creciente demanda, pero el empleo se mantuvo estable en el sector manufacturero, donde aumentó a un ritmo relativamente más lento, que estuvo entre los más bajos observados en los dos últimos años.
Por último, el optimismo respecto a los próximos doce meses se redujo frente a la máxima de 12 meses registrada en febrero, pero se mantuvo entre los más altos observados en el último año, situándose muy por encima de los niveles de finales de 2022. El sentimiento descendió tanto en el sector manufacturero como en el sector servicios, aunque en ambos casos se mantuvo muy superior a los niveles de fines del año pasado, al comienzo del invierno.
El sentimiento sobre el futuro ha mejorado considerablemente tanto en el sector manufacturero como en el sector servicios desde finales del año pasado y los colaboradores de la encuesta lo han vinculado con unos menores riesgos de recesión, la reducción de las presiones inflacionistas, la mejora en las cadenas de suministro globales y la atenuación de las preocupaciones por la energía, además de indicios de mejora de la demanda y la confianza. La caída de la positividad observada en marzo podría deberse en parte a la preocupación por la incertidumbre a causa de la reciente tensión bancaria y el posible impacto de nuevas alzas de los tipos de interés.
En cuanto al análisis por países, la actividad total aumentó por segundo mes consecutivo en Francia y Alemania. Francia indicó el ritmo de expansión más rápido puesto que su índice compuesto aumentó de 51,7 a 54, su lectura más alta desde mayo del año pasado. Un crecimiento más fuerte en el sector servicios contrarrestó una sostenida caída abrupta en el sector manufacturero. Mientras tanto, el índice PMI compuesto de Alemania aumentó de 50,7 a 52,6, también registrando la expansión más rápida desde mayo del año pasado, con un sólido crecimiento en el sector servicios acompañado de un ligero aumento de la producción manufacturera.
Sin embargo, fue en el resto de los países de la zona euro en su conjunto donde se registraron los mejores resultados, puesto que el índice compuesto respectivo aumentó de 53,4 a 55,5, su máxima de los últimos once meses. La actividad del sector servicios aumentó a una tasa no observada desde noviembre de 2021 y los fabricantes señalaron una modesta expansión de la producción por segundo mes consecutivo.
«La economía de la zona euro está mostrando nuevas señales de vida a medida que llegamos a la primavera, puesto que la actividad empresarial ha crecido en marzo a su ritmo más rápido de los últimos diez meses. Los resultados de la encuesta equivalen a un crecimiento del PIB del 0,3% en el primer trimestre, acelerándose a una tasa equivalente del 0,5% en el mes de marzo por sí solo», señalan en S&P Global Market Intelligence. Comentan que «el crecimiento ha aumentado frente a las mínimas de finales del año pasado a medida que los temores de una recesión y las preocupaciones por el mercado energético se desvanecen, las presiones inflacionistas se atenúan y los retrasos sin precedentes en las cadenas de suministro observados durante la pandemia son reemplazados por mejoras récord en los plazos de entrega de los proveedores».
Además, «la confianza empresarial hasta ahora está demostrando una alentadora resiliencia frente a nuevos aumentos de los tipos de interés y a la incertidumbre causada por las recientes tensiones en el sector bancario. No obstante, aunque las presiones inflacionistas siguen moderándose, la tasa de aumento de los precios cobrados por los productos y servicios sigue siendo más elevada que las observadas en la historia del estudio antes de la pandemia».
«Estas persistentes presiones inflacionistas, fomentadas principalmente por el sector servicios y el aumento de los costes salariales, causarán preocupación a los responsables de la política monetaria y sugiere que quizás sea necesario tomar más medidas para reducir la inflación a los niveles previstos. El crecimiento también es muy desparejo, impulsado casi exclusivamente por el sector servicios, mientras que el sector manufacturero está prácticamente estancado y se esfuerza por mantener los niveles de producción frente a la caída de la demanda», concluyen.