«Se trata de acontecimientos realmente sorprendentes, ya que la tendencia en los meses anteriores había apuntado claramente hacia el estancamiento», apuntan desde Hamburg Commercial Bank. Así, el índice PMI del sector manufacturero español se situó en 53 en septiembre. Esta cifra fue superior a la de 50,5 registrada en agosto y señaló el mayor crecimiento de las condiciones operativas desde mayo. El índice PMI también se ha mantenido por encima del nivel de ausencia de cambios de 50, que separa el crecimiento de la contracción, por octavo mes consecutivo. En detalle, la subida del índice PMI reflejó principalmente los sólidos aumentos tanto de la producción como de los nuevos pedidos.
En cuanto a la producción, los datos de septiembre marcaron un retorno al crecimiento tras la ligera caída observada en agosto, mientras que en el caso de tanto la producción como los nuevos pedidos, los ritmos de expansión fueron los mejores observados desde mayo. Los fabricantes informaron que la demanda del mercado y las campañas positivas de productos habían apuntalado el crecimiento. Además, este hecho se reflejó en los nuevos pedidos de exportación, que aumentaron por séptimo mes consecutivo. El aumento de las ventas y de las necesidades de producción alentó a las empresas a incrementar su actividad de compras en septiembre. El aumento de las compras fue el mejor en cuatro meses y en parte reflejó proyecciones positivas para la producción, ya que las empresas optaron por reforzar sus existencias de compras en previsión de dicho crecimiento. En consecuencia, los stocks de insumos aumentaron al ritmo más fuerte en 25 meses.
Por su parte, las cifras de dotación de personal también aumentaron a un ritmo sólido y fueron las mejores en tres meses. No obstante, las empresas aún informaron de cierta presión en la capacidad productiva y los pedidos pendientes de realización se acumularon al ritmo más rápido desde mayo. Respecto a los precios, hubo un nuevo incremento en los costes de los insumos en medio de algunos informes de precios más altos de las materias primas. No obstante, el aumento neto de los costes de los insumos fue marginal y el más débil desde febrero, en medio de evidencias de que la demanda lenta del mercado y la competencia estaban limitando el poder de fijación de precios de los proveedores.
Esto fue a pesar de los informes de que la escasez de stocks condujo una vez más a un deterioro en el plazo de entrega de los proveedores. Las fuerzas competitivas llevaron a los fabricantes a reducir sus tarifas por primera vez desde abril. La marcada caída de los precios cobrados por los productores, que fue la más pronunciada desde diciembre de 2023, también reflejó el exceso de stocks en los almacenes de las empresas. Los últimos datos mostraron que los stocks de productos terminados aumentaron al ritmo más rápido desde abril de 2022.
Por último, los encuestados prevén que la producción aumentará en el plazo de doce meses con respecto a los niveles actuales. El sentimiento se vio respaldado por las expectativas de una mejora de la demanda en el mercado, un entorno geopolítico más estable y lanzamientos planificados de nuevos productos. El optimismo en general fue el más alto en cuatro meses, aunque en septiembre se mantuvo ligeramente por debajo de la tendencia. En Hamburg Commercial Bank comentan que «la confianza empresarial ha mejorado significativamente en septiembre. Después de haber caído por debajo de la media histórica en agosto, las expectativas futuras han experimentado un fuerte repunte. Las razones clave de esta mejora incluyen los lanzamientos de nuevos productos y la esperanza de unas condiciones políticas más estables».
«Debido al incremento de la producción y el aumento del optimismo, los fabricantes españoles también han aumentado sus niveles de personal. Esta tendencia positiva indica que ahora las empresas afrontan los próximos meses con una mayor confianza».