La producción manufacturera y la actividad del sector servicios registraron un declive al final del tercer trimestre. En consecuencia, la confianza respecto a las perspectivas para los próximos 12 meses disminuyó y las expectativas de crecimiento cayeron hasta su nivel más débil en diez meses.
El índice PMI compuesto de actividad total de la zona euro, ajustado estacionalmente, se situó por debajo del nivel de ausencia de cambios de 50 por cuarto mes consecutivo en septiembre. La lectura de 47,2 fue ligeramente superior a la de 46,7 registrada en agosto y señala una nueva contracción moderada de los niveles de actividad total en la economía del sector privado de la zona euro. El índice PMI compuesto de la zona euro se recuperó un poco. No obstante, todavía no podemos subirnos al tren de la esperanza», destacan en Hamburg Commercial Bank.
Si bien la debilidad del sector manufacturero ha sido una característica predominante de la encuesta de la zona euro en su mayor parte desde mediados del año pasado, los datos de septiembre mostraron una creciente debilidad en la economía del sector servicios. De hecho, en medio de una reducción más pronunciada de la demanda de servicios, el volumen total de la cartera de pedidos de la zona euro cayó al ritmo más pronunciado desde noviembre de 2020. También se observó una caída considerable de los nuevos pedidos en los mercados extranjeros, hecho subrayado por una fuerte disminución de los nuevos pedidos de exportación.
Para ayudar a sostener la actividad, las firmas de la zona euro recurrieron a sus trabajos atrasados. Los volúmenes de pedidos pendientes cayeron a un ritmo fuerte y acelerado en septiembre, mostrando un progreso más rápido en el cumplimiento de las cargas de trabajo en ambos sectores estudiados. La reducción de los pedidos pendientes de realización fue la más rápida desde junio de 2020.
En medio de la creciente preocupación por el entorno de la demanda, la confianza de las empresas de la zona euro con respecto a los próximos doce meses se debilitó notablemente en septiembre. Las expectativas de crecimiento tanto de los productores industriales como de las empresas de servicios disminuyeron en el mes y el optimismo en general cayó hasta su nivel más bajo en diez meses.
No obstante, la fragilidad de la demanda no logró obstaculizar la creación de empleo en septiembre y los niveles de empleo aumentaron por trigésimo segundo mes consecutivo. De hecho, este resultado fue exclusivamente un reflejo de los empleos en el sector servicios, ya que el número de trabajadores en las fábricas siguió cayendo. El aumento de la dotación de personal fue sólo marginal y mucho más débil que el promedio observado en el primer semestre de 2023.
Entre tanto, los datos de la encuesta de septiembre indicaron un nuevo repunte de las presiones de los costes y la tasa de inflación en general de los precios de los insumos se aceleró por segundo mes consecutivo. En consecuencia, los precios cobrados aumentaron, aunque en la menor medida desde febrero de 2021. No obstante, las presiones inflacionistas provinieron únicamente de la economía del sector servicios, ya que la deflación persistió en el sector manufacturero.
«Dado que el índice PMI del sector servicios de la zona euro aumentó en septiembre, es posible que uno se sienta tentado a ver la aparición de algunos brotes verdes. No tan rápido. Para empezar, el índice todavía se encuentra en territorio de contracción. Incluso si se echa un vistazo a Alemania y España, donde el índice superó el nivel 50, el crecimiento fue sólo marginal, por lo que indica más bien una paralización en estas partes de la zona euro. Luego está la segunda economía más grande de la zona euro, Francia, donde la actividad empresarial no sólo está cayendo, sino que está cayendo en picada, lo que indica una desaceleración económica más profunda», comentan en Hamburg Commercial Bank.
A su parecer, «todavía hay un frenesí por la contratación de trabajadores en el sector servicios. De hecho, las empresas de la zona euro aumentaron sus plantillas a un ritmo más rápido que en agosto. Esto llama la atención, considerando que los nuevos pedidos están estancados. Se podría suponer que, con la situación económica cada vez más inquietante, la gente está volviendo a buscar empleo, permitiendo a las empresas cubrir las brechas de personal que se han prolongado durante mucho tiempo».
En medio de las discusiones en el Banco Central Europeo (BCE) sobre la próxima decisión de los tipos de interés, «los ‘halcones’ están recibiendo cierto respaldo con los datos de los últimos índices PMI de los precios», que aumentó hasta máximos de cuatro meses. Por su parte, las ‘palomas’ señalarán que los precios cobrados por los servicios aumentaron al ritmo más bajo desde el verano de 2021. «No obstante, los precios siguen subiendo bastante rápido, un giro extraño cuando la economía está mostrando debilidad», concluyen.