«La recesión industrial de la zona euro, que ya registra un año de duración, no está llegando a su fin». No obstante, «en una nota ligeramente más positiva, la disminución de los nuevos pedidos en la zona euro se ha ralentizado un poco, ofreciendo un rayo de esperanza para una posible recuperación de la demanda en el futuro», apuntan en Hamburg Commercial Bank.
El índice PMI del sector manufacturero de la eurozona registró una caída leve en febrero, al nivel 46,5, con lo que el índice se mantuvo prácticamente igual que 46,6, su máxima de diez meses registrada en enero. En detalle, la desaceleración de la demanda de productos de la zona euro se ralentizó por cuarto mes consecutivo en febrero, y los pedidos de fábrica disminuyeron al ritmo más lento desde marzo de 2023. También se observaron señales positivas de otros indicadores a futuro de la encuesta, como los volúmenes de compras, que también cayeron al ritmo más suave en casi un año. Las mejoras de estos índices están en concordancia con la resiliencia de las expectativas de crecimiento, que estuvieron al mismo nivel que la máxima de nueve meses observada en enero.
La producción industrial de la zona euro continuó disminuyendo, aunque el ritmo de contracción se mantuvo sin cambios frente a enero (y por lo tanto fue igual que el más débil en diez meses). No obstante, los fabricantes de la zona euro pudieron poner al día sus pedidos pendientes de realización. El ritmo de declive fue pronunciado y ligeramente más rápido que a principios de año. La reducción de los pedidos pendientes fue posible a pesar de que los niveles de empleo cayeron por noveno mes consecutivo.
Los fabricantes de la zona euro continuaron reduciendo sus inventarios a mediados del primer trimestre de 2024. Los stocks de compras cayeron al ritmo más lento en seis meses debido a plazos de entrega de los proveedores más cortos. La mejora en el desempeño de los proveedores se produjo tras un alargamiento de los plazos observado en enero, el primero en un año, y apunta a un reajuste positivo en las cadenas de suministro de la región en medio de las perturbaciones en el mar Rojo. Los stocks de productos terminados almacenados también disminuyeron en febrero, pero a un ritmo ligeramente más débil que en el mes anterior.
Los gastos operativos a los que se enfrentan las fábricas de la zona euro continuaron cayendo en febrero, marcando un año de deflación sostenida de los precios de los insumos. Aunque el ritmo de disminución fue sólido, fue el más débil desde marzo de 2023. Los precios cobrados por los productos de la zona euro se redujeron de nuevo. Añaden en Hamburg Commercial Bank que «las perspectivas respecto a la producción futura siguen siendo cautelosamente optimistas, aunque su índice respectivo todavía está ligeramente por debajo del promedio a largo plazo, lo que refleja el ambiente debilitado predominante. Del mismo modo, los empresarios están reduciendo sus plantillas, pero con reticencia a adoptar medidas demasiado agresivas en este sentido».
Como resultado, «el sentimiento general no es el de anticipar un futuro excepcionalmente brillante, pero las empresas tampoco se preparan para tiempos depresivos. En cambio, parece que las empresas están manteniendo sus operaciones, preparadas para volver a la acción cuando se materialicen signos de mejora. Están en una especie de posición de espera», dicen.
Por países, el índice muestra que la caída fue impulsada enteramente por la mayor economía de la unión monetaria, Alemania, que registró su declive más fuerte en cuatro meses. Los mejores resultados se observaron en la periferia de la zona euro, ya que Grecia e Irlanda registraron sus mejores expansiones en veinticuatro y veinte meses respectivamente. España retornó al crecimiento por primera vez en casi un año, mientras que se observaron contracciones más suaves en los Países Bajos, Italia y Francia.
«La producción ha vuelto a caer al mismo ritmo que el mes anterior, debido principalmente a los pesos pesados de Alemania y Francia. España, por el contrario, es el primero de los cuatro principales países de la zona euro en volver a entrar en territorio de crecimiento. En una nota ligeramente más positiva, la disminución de los nuevos pedidos en la zona euro se ha ralentizado un poco, ofreciendo un rayo de esperanza para una posible recuperación de la demanda en el futuro», comentan.
El PMI manufacturero de Alemania se revisó ligeramente al alza, hasta 42,5. Esto todavía lo deja por debajo de su nivel de enero, 45,5. Francia tiene el siguiente índice manufacturero más bajo. Se ajustó ligeramente al alza a 47,1. En enero fue 43,1. En Italia, el PMI subió a 48,7 desde 48,5 en enero, aunque la caída de la producción se aceleró. El PMI manufacturero fue más alto en España en febrero, donde también estuvo por encima de 50, con 51,5. Las empresas españolas informaron de un aumento de los pedidos por primera vez en diez meses, lo que respaldó un aumento de la producción a pesar de que los plazos de entrega de los insumos fueron más largos. El PMI de producción manufacturera subió por encima de 50 por primera vez desde abril de 2023.