Aunque ha iniciado el año ligeramente mejor asentado, el sector manufacturero de España permaneció firmemente en territorio de contracción en el primer mes de 2023. No obstante, el índice PMI revela que los ritmos de contracción de cada uno de los índices se atenuaron desde diciembre, señalando indicios tentativos de recuperación del mercado.
Las empresas tienen la esperanza de que la demanda mejore en los próximos doce meses y se registró el mayor grado de confianza desde junio de 2022. Mientras, las presiones inflacionistas también mostraron signos de ralentización, tal y como lo indican las tasas de inflación de los precios de compra y de los precios de venta, que cayeron hasta sus mínimas de veintisiete y veinticuatro meses respectivamente. Así, el índice PMI del sector manufacturero español, elaborado por S&P Global, aumentó de 46,4 registrado en diciembre a 48,4 en enero, señalando un deterioro de la salud del sector manufacturero español por séptimo mes consecutivo. Sin embargo, después de haber mejorado durante tres meses consecutivos, el índice reveló el ritmo más lento de contracción desde septiembre del año pasado.
En medio de informes continuos de debilidad de la demanda subyacente, los volúmenes de las carteras de pedidos de los fabricantes españoles cayeron fuertemente por octavo mes consecutivo en enero. Los nuevos pedidos de exportación también registraron una reducción similar. No obstante, los ritmos de declive se ralentizaron notablemente en ambos casos.
Para reflejar las tendencias de la demanda, por quinto mes consecutivo, las empresas manufactureras españolas redujeron la producción en enero, aunque lo hicieron al ritmo más lento desde septiembre del año pasado. En un contexto de caída de la producción y demanda moderada, la necesidad de insumos en las empresas manufactureras españolas se redujo en enero. Por ello, la compra de insumos disminuyó por octavo mes consecutivo, pero al ritmo más débil desde septiembre pasado. En consecuencia, los niveles de stocks de materias primas y de productos terminados se revisaron a la baja, pero al ritmo más lento en cuatro meses en el caso de los stocks de materias primas.
Mientras tanto, hubo nueva evidencia de exceso de capacidad en el sector manufacturero, señalado por la octava reducción mensual consecutiva de las cargas de trabajo en enero. La fuerza laboral en el sector manufacturero de España se mantuvo estable por segundo mes consecutivo en enero. Algunas empresas que registraron una disminución del empleo la vincularon a las bajas voluntarias, mientras que otras comentaron que aumentaron los niveles de personal en preparación para el futuro.
Tras tres meses de reducción en los retrasos de las entregas, los datos de enero indicaron un mayor deterioro en el desempeño de los proveedores. No obstante, el grado de alargamiento de los plazos de entrega fue mucho más débil que las tasas observadas durante gran parte de los últimos tres años.
En cuanto a los precios, las tasas de inflación de los precios de compra y de los precios de venta continuaron sus trayectorias actuales y se redujeron hasta sus mínimas de 27 y 24 meses, respectivamente. Mientras que algunas empresas mencionaron que siguieron aumentando sus precios para reflejar el incremento de la carga de los costes, la reciente caída de los nuevos pedidos llevó a otras empresas a fijar precios más competitivos.
De cara al futuro, la confianza en el sector manufacturero español se fortaleció aún más en enero. De hecho, el grado de optimismo fue el más fuerte desde junio de 2022 en medio de la esperanza de lanzamientos exitosos de productos, planes de expansión comercial y nuevos proyectos.
«El sector manufacturero español comenzó 2023 ligeramente mejor asentado en comparación con la segunda mitad de 2022. Aunque aún se encuentra firmemente en territorio de contracción, la última lectura del índice PMI reveló un deterioro más suave de la salud del sector en general y el más débil desde septiembre de 2022, resultado también observado en varios de los otros índices clave en enero», comentan en S&P Global Market Intelligence. De hecho, añaden, «los ritmos de contracción de la producción y de los nuevos pedidos fueron los más lentos en cuatro y cinco meses, respectivamente. Estas mejoras indican que las empresas manufactureras españolas tal vez hayan experimentado el punto más bajo de la desaceleración actual. Las empresas del sector parecen compartir esta perspectiva, ya que expresaron el grado más fuerte de confianza en siete meses».
En cuanto a otros aspectos positivos de la encuesta, destacan «la sostenida relajación de las presiones inflacionistas. Aunque siguen aumentando, las tasas de inflación de los precios pagados y de los precios cobrados continuaron sus trayectorias actuales y se atenuaron aún más en el primer mes del año. Debido a que los tipos de interés están subiendo y la demanda en general sigue débil, se espera que en los próximos meses veamos que el entorno inflacionista continúa apaciguándose».