Las firmas encuestadas vinculan frecuentemente esta evolución con la incertidumbre derivada de los aranceles, especialmente entre los clientes que realizan actividades internacionales».
Así lo explican desde Hamburg Commercial Bank, donde señalan que «España se mantiene apenas por encima del umbral de crecimiento, respaldado por la débil actividad en el sector servicios, lo que se traduce en el resultado más débil desde finales de 2023».
El índice PMI de actividad comercial del sector servicios español registró 51,3 en mayo, en comparación con 53,4 observado en abril. Aunque esta lectura se situó por encima del nivel de ausencia de cambios de 50 por vigésimo primer mes consecutivo, sólo indicó un crecimiento modesto, que fue el más lento reflejado por la encuesta desde noviembre de 2023.
Tendencia similar se observa en el caso de los nuevos pedidos, que aumentaron solo modestamente y en la menor medida de los últimos 18 meses. Aunque las actividades comerciales ayudaron a respaldar las ventas, los encuestados informaron de un mayor grado de incertidumbre entre los clientes, lo que limitó el crecimiento.
La demanda internacional fue especialmente débil, como lo indica una caída de los nuevos pedidos de exportación, la primera desde noviembre de 2024. Las empresas encuestadas señalaron que la preocupación por los efectos de los aranceles en el comercio fue uno de los factores que perjudicaron la demanda del mercado y la actividad comercial. Por su parte, la confianza en las perspectivas futuras resultó afectada por el entorno económico cada vez más desafiante. A juzgar por los datos de la última encuesta, el sentimiento respecto a la actividad futura cayó por segundo mes consecutivo y se situó en su nivel más bajo desde noviembre de 2023. No obstante, la mayoría de las empresas siguen confiando en que la actividad sea superior a los niveles actuales debido a que albergan la esperanza de que el entorno empresarial sea más estable en los próximos doce meses. Esta positividad contribuyó a respaldar el mantenimiento de la contratación entre las empresas de servicios, por lo que se volvió a registrar un aumento del empleo en mayo. El crecimiento fue sólido, a pesar de haber disminuido a su nivel más bajo en más de un año.
La capacidad adicional contribuyó a que las empresas pudieran mantenerse cómodamente al tanto de sus pedidos pendientes. Los pedidos por completar se redujeron modestamente en mayo, por primera vez desde diciembre de 2023. Mientras tanto, se informó que los costes de los insumos volvieron a aumentar en mayo.
La tasa de inflación mantuvo su reciente tendencia a la baja, cayendo por tercer mes consecutivo, hasta su nivel más bajo desde noviembre de 2024. Sin embargo, en general los precios siguen subiendo a un ritmo superior a la media y los encuestados han mencionado el aumento de los costes salariales y de los precios de los proveedores (en algunos casos, debido a los aranceles). Los encuestados también mencionaron un aumento más lento de sus propios precios, cuyo ritmo de inflación cayó hasta su mínima de los últimos seis meses. Las presiones competitivas pusieron límite a los esfuerzos de las empresas de servicios por subir sus precios para contrarrestar el aumento de los gastos operativos.
«La débil situación de los nuevos pedidos también se refleja en los pedidos pendientes, que cayeron por primera vez en casi un año y medio. No obstante, las empresas siguen buscando mejorar los niveles de dotación de personal, aunque el ritmo de nuevas contrataciones se ha ralentizado. Sin embargo, dado que la economía española sigue siendo relativamente sólida, especialmente en comparación con otros países importantes de la zona euro, la preocupación en torno al recorte de personal debería seguir siendo moderada, incluso en medio de la actual incertidumbre económica mundial», comentan.
Creen que los riesgos económicos «siguen inclinados a la baja, como lo reflejan las expectativas de actividad comercial futura, que han caído por debajo de la media, lo que sugiere que es posible que los clientes actúen con más cautela en el entorno actual».
Sobre la inflación, indican que, con frecuencia, los encuestados atribuyeron el aumento de los costes de los insumos a una doble presión: el aumento de los salarios y el alza de los precios por parte de los proveedores, a menudo en respuesta a los efectos relacionados con los aranceles. «Los precios de venta indican que las empresas todavía pueden repercutir el aumento de los costes a los clientes, aunque la inflación de los precios cobrados ha seguido disminuyendo ligeramente en los últimos tres meses», dicen.