El índice PMI de actividad comercial del sector servicios español permaneció cómodamente por encima del nivel de ausencia de cambios de 50 en junio. Se mantuvo en gran medida igual a los máximos de 13 meses indicados en mayo (56,9), registró 56,8 en junio y, por lo tanto, señaló otro mes de expansión de la economía del sector servicios, por encima de la tendencia. En concreto, un nuevo incremento de los nuevos pedidos respaldó el aumento de la actividad. Las empresas comentaron que los volúmenes de ventas simplemente aumentaron debido a una mayor demanda del mercado. No obstante, el crecimiento disminuyó frente a mayo, a pesar del aumento más rápido de las nuevas ventas para exportaciones en más de un año.
Los encuestados siguieron razonablemente motivados a ampliar su dotación de personal con rapidez en junio. En general, el empleo aumentó por vigésimo primer mes consecutivo y a un ritmo más pronunciado. Las empresas encuestadas comentaron que la creación de empleo fue debido a una combinación de necesidades de actividad actuales y previstas.
De hecho, la confianza en el futuro siguió siendo positiva a pesar de caer hasta su nivel más bajo en cinco meses. En general, las empresas esperan que las condiciones macroeconómicas mejoren en los próximos doce meses, ayudadas por tipos de interés más bajos y una caída de la inflación. Por otra parte, hay expectativas de que la situación política sea más estable en el plazo de doce meses. En términos generales, las empresas pudieron mantener al día sus cargas de trabajo en junio tras el fuerte aumento de la dotación de personal. Aunque los trabajos pendientes aumentaron nuevamente, extendiendo el actual período de crecimiento a seis meses, el ritmo de expansión fue sólo marginal. A juzgar por las empresas encuestadas, el aumento del empleo tuvo el coste adicional de aumentar los niveles salariales típicos en junio.
En consecuencia, se consideró que los gastos laborales fueron un factor clave responsable de un nuevo incremento de los costes operativos. Si bien la inflación fue menor en comparación con mayo, se mantuvo elevada y muy por encima de su tendencia histórica.
Por último, las empresas intentaron aprovechar las condiciones positivas del mercado y proteger sus márgenes de beneficios aumentando sus tarifas. A pesar de caer a su nivel más bajo desde noviembre de 2023, los precios cobrados continuaron aumentando fuertemente en junio.
Los servicios UE, con problemas
La eurozona, sin embargo, registró una pérdida de impulso en junio, ya que la expansión se atenuó hasta mínimos de tres meses. «El crecimiento económico en la zona euro puede atribuirse por completo al sector servicios.
Mientras que la economía del sector manufacturero se debilitó considerablemente en junio, el crecimiento de la actividad empresarial en el sector servicios siguió siendo casi tan robusto como en el mes anterior». De hecho, en Hamburg Commercial Bank creen que «existen buenas probabilidades de que las empresas de servicios sigan siendo la fuerza decisiva que mantiene el crecimiento económico general en territorio positivo durante el resto del año».
De momento, en junio, el índice PMI compuesto de actividad total de la zona euro, ajustado estacionalmente, señaló que su reciente tendencia alcista se malogró al final del segundo trimestre al descender por primera vez desde octubre de 2023. El índice, que registró 50,9 en junio, se situó por encima del nivel de ausencia de cambios de 50 por cuarto mes consecutivo, revelando un aumento sostenido de la actividad comercial de la zona euro. No obstante, la última cifra cayó frente a 52,2 registrado en mayo, por lo que indicó una ralentización del crecimiento y señaló un aumento de la actividad total que fue el de menor intensidad de los últimos tres meses y tan sólo marginal en general.
Las condiciones de la demanda fueron un factor restrictivo para las empresas de la zona euro al cierre del segundo trimestre, ya que los últimos datos mostraron que las cargas de trabajo totales se redujeron por primera vez desde febrero pasado. La disminución del total de ventas reflejó una marcada caída de los nuevos pedidos recibidos en el sector manufacturero, mientras que la demanda de servicios registró un aumento (aunque a un ritmo más lento).
Los nuevos pedidos recibidos de clientes internacionales también se contrajeron en junio. De hecho, la caída de los nuevos pedidos para exportaciones superó la observada para los nuevos pedidos en total, lo que implica que las fuentes externas ejercieron un mayor lastre para la demanda que los mercados internos. Los pedidos por realizar cobraron mayor importancia como medio para sostener los niveles de actividad en junio. En consecuencia, los volúmenes de pedidos pendientes cayeron por decimoquinto mes consecutivo. Los pedidos por completar disminuyeron en los dos sectores estudiados en junio, mientras que las reducciones se aceleraron. A su vez, la tasa de erosión de los pedidos pendientes en general fue la más fuerte desde febrero pasado.
El empleo del sector privado de la zona euro continuó su secuencia de crecimiento en junio, señalando una creación de empleo en todos los meses de 2024 hasta la fecha. No obstante, el ritmo de crecimiento se ralentizó frente al de mayo. La expansión de las plantillas se limitó al sector servicios, ya que los niveles de empleo industrial disminuyeron por decimotercer mes consecutivo.
Las expectativas respecto a la actividad empresarial en los próximos doce meses siguieron siendo positivas en junio, aunque las previsiones de crecimiento fueron ligeramente menos marcadas que en mayo. El nivel general de optimismo se redujo hasta su mínima de cuatro meses, atenuándose frente a su máxima reciente observada en mayo, pero se mantuvo algo más sólido que su promedio a largo plazo.
Los datos de la encuesta de junio indicaron presiones más atenuadas de los precios en toda la zona euro. Por lo que respecta a los costes de los insumos, la inflación se redujo hasta su mínima de cinco meses, pese a que los fabricantes señalaron un aumento de sus gastos por primera vez desde principios de 2023. Los precios cobrados aumentaron al ritmo más débil desde octubre de 2023. Sin embargo, las tasas de incremento tanto de los costes de los insumos como de los precios de venta fueron más fuertes que las observadas en promedio con anterioridad a la pandemia.
Por países, casi todos registraron un crecimiento en junio, aunque se observaron expansiones más tenues en todos los casos. España fue de nuevo la economía de la zona euro con el crecimiento más rápido y su actividad empresarial aumentó intensamente. Se registraron repuntes moderados en Alemania e Irlanda, mientras que el crecimiento en Italia se atenuó hasta su mínima de cuatro meses. Francia fue la excepción, puesto que la actividad empresarial de su sector servicios privado se debilitó por segundo mes consecutivo.