Con su salida del Gobierno de coalición, Podemos estableció una nueva hoja de ruta, plasmada en una conferencia política en 2023, donde dejaba clara su plena autonomía política en el Congreso, proclamando que sus votos no estaban atados al Ejecutivo a pesar de apoyar la investidura del presidente del Gobierno, Sánchez.
Poco después se produjo la ruptura con Sumar, tras meses de desencuentros y después de haber concurrido juntos a los comicios generales, y el paso al Grupo Mixto de los parlamentarios morados ahondaron en levantar su proyecto marcando distancias respecto al Gobierno de coalición desde su labor parlamentaria.
Esta misma semana y con motivo de la comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Congreso la líder del partido, Ione Belarra, cargó contra la deriva del Ejecutivo y del PSOE al espetar que ya no representa a la izquierda sino a lo más que alcanza es a «derecha progresista».
Durante el arranque del curso político Podemos ha cargado las tintas con la «derechización» del PSOE con políticas similares a las del PP sobre todo en el campo económico, con su oposición frontal a la propuestas de baja flexible, o en materia de inmigración. En este último aspecto, Belarra tildó el discurso de Sánchez en política migratoria de «paternalista», «utilitaristas» y de «racismo soft». También han cargado reiteradamente contra el Ejecutivo por no romper relaciones con Israel ante su ofensiva militar en Gaza y acusando directamente a Sánchez de «mentir» tras decir el pasado viernes que España no exporta material militar al país hebreo desde el 7 de octubre de 2023.
A su vez, ha demandado públicamente la dimisión del ministro del Interior, Grande Marlaska, por la deportación de activistas saharauis solicitantes de asilo y también ha reprendido la gestión de los socialistas en materia de vivienda. Por otro lado, los morados ha mostrado su preocupación ante las graves novedades del ‘caso Koldo’ y ha tildado de «inverosímil» la hipótesis de que el comportamiento del exministro de Transporte José Luis Ábalos, que fue de la máxima confianza de Sánchez y secretario de Organización del PSOE, fuera «desconocido para el resto del partido» o que fuera presuntamente el único beneficiario de la trama con cargos políticos. De nuevo, los morados han denunciado que la «corrupción» es un fenómeno asociado al bipartidismo, es decir, tanto a PP como PSOE.
Precisamente Podemos ha avisado al PSOE de que sin introducir reivindicaciones de los morados en el ámbito de los medios de comunicación no darán apoyo al plan de regeneración democrática impulsado por el Ejecutivo.
Una posición similar han adoptado respecto al nuevo intento de reformar la Ley ‘Mordaza’, pese al pacto alcanzado entre el Ejecutivo y Bildu que se ha traducido en una proposición de ley suscrita también por BNG, ERC y PNV. La formación ha manifestado que el sentido de su voto dependerá del trato a las enmiendas, que ya tienen preparadas, a esta norma y que registrarán al considerar que el texto que parte del Gobierno no garantiza la prohibición del uso de pelotas de goma, ni tampoco la eliminación de las ‘devoluciones en caliente’ de migrantes en situación irregular.
En materia presupuestaria la postura de los morados en reservar el sentido de su voto hasta conocer la propuesta del Ejecutivo y evaluarla en detalle. El partido ha dejado claro que en ningún caso votará a favor de unas cuestas públicas que impliquen recortes ni un aumento del gasto militar en detrimento del social.
Así, han agregado que para contar con su apoyo los Presupuestos tienen que contener ciertos avances socialistas y que el Gobierno deberá negociar para los votos de sus cuatro diputados en el Grupo Mixto. Por tanto, una máxima del partido es que el Ejecutivo deberá abrirse a aceptar parte de sus propuestas, como pasa con otros aliados parlamentario, para conseguir su respaldo aunque afea a los socialistas haber renunciado a armas el bloque de investidura en el Congreso. Podemos señala reiteradamente que ya tumbaron en primera instancia, con su voto en contra, el primer intento de la reforma del subsidio de desempleo al denunciar que contenía un «recorte» en la cotización de beneficiarios mayores de 52 años. Y ensalzan que una vez retirado por el Ejecutivo dieron el visto bueno a la medida. Desde las filas moradas vienen advirtiendo de que la legislatura en sentido progresista se ha terminado y que el Gobierno atraviesa una situación complicada y con una debilidad parlamentaria cada vez mayor.