Sin embargo, se podría decir que llegan tarde, que las decisiones se toman mucho antes, y no se espera a que medio mundo se chotee de como funcionan las cosas de nuestros trenes y túneles.
Pero en este gobierno lo que importa no es la eficiencia en la gestión sino la obediencia al jefe y en eso es evidente que el personal que ocupa determinados puestos de responsabilidad es fiel y obediente como pocos. Quizá también porque en ello les vaya el sueldo y las prebendas que estos conllevan.
De cualquier forma, la lista de dimisionarios debería extenderse a unos cuantos altos cargos mas como es el caso de Marlasca o incluso el de Garzón, por citar un par de ellos. Pero que nadie espere eres detalle, los ministros no están para eso, sino para obedecer y hacer lo que se les mande y poco mas. Por eso ha tardado Planas meses y meses en reunirse con los componentes de la cadena alimenticia, El problema era materia de venta para una vicepresidenta y ahí no se podía entrar, salvo que quisieras ser expulsado del circulo de poder que conforman los ministros, aunque de poco les sirva.
Durante los próximos días veremos como estas dimisiones son utilizadas y engrandecidas como ejemplo de honestidad y honorabilidad, cuantos en realidad el tema es otro. Para llegar a un puesto de relevancia hay que estar preparado y la inmensa mayoría de altos cargos políticos y empresariales del sector publico han llegado donde están por su condición de amigos de…
Luego pasa lo que pasa y las dimisiones son un precio que cuesta pagar.