Si además tiene la desgracia de cambiar de opinión con bastante asiduidad, tratando de seguir la corriente que más les conviene en tener en cuenta, el trabajo de criticarles esta servido e bandeja de plata otra cosa es que eso les beneficie o perjudique pero eso son otros garcias.
En el caso que hoy nos ocupa, el actual presidente del Gobierno, siempre ha defendido con vehemencia la inocencia del fiscal general del Estado, García Ortiz. «¿Quién va a pedir perdón al fiscal general del Estado, quién lo va a hacer?», se llegó a preguntar el dirigente socialista el 19 de diciembre de 2024, unos meses antes de que García Ortiz se sentara en el banquillo de los acusados.
En estos momentos, esa frase está en boca de todos y en muchos casos no deja de levantar sardónicas sonrisas.
La intervención del dirigente socialista se produjo en una comparecencia ante los medios en Bruselas tras participar en el Consejo Europeo que se celebró aquella semana. Sánchez se mostró de esta forma después de que se publicara un informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil en el que se ponía de relieve que no se habían encontrado mensajes de García Ortiz en su teléfono móvil relacionados con este caso.
Sin embargo hoy el supremo nos ha servido un adelanto de sentencia que deja en mal lugar al fiscal general porque le condena precisamente por todo lo que ha tratado de no reconocer, que fue el el que revelo la información referente al novio de Diaz Ayuso y aunque nadie habla de ello, cada vez hay mas sospechas que el fiscal simplemente obedecía los caprichos de un presidente encelado con la presidenta madrileña tras las duras derrotas políticas a las que le ha sometido, hecho que Sánchez nunca perdonara, entre otras cosas porque nunca ha sabido reconocer la derrota, venga de donde venga.
Ahora se inicia un largo camino para seleccionar un nuevo fiscal y proceder a su nombramiento, proceso complicado en las actuales circunstancias políticas y con todo un arsenal de batallas político-jurídicas sobre su mesa
