Es posible que se actualice la estimación mediana relativa al tipo de los fondos federales para 2025, lo que indicaría un solo recorte frente a los dos señalados en el «gráfico de puntos» de marzo. Además, esperamos una revisión a la baja del PIB medio y un posible aumento de la estimación media del PCE subyacente, en línea con el consenso actual, que se sitúa en torno al 3 %. Aunque junio marca ya el ecuador de las reuniones del FOMC para 2025, creemos que todavía hay margen para un número de recortes de tipos superior al que actualmente descuenta el consenso, con una primera intervención posible ya en julio, aunque más probable en septiembre.
En particular, en lo que respecta a la tasa de inflación, hemos asistido a cuatro lecturas consecutivas favorables del índice de precios al consumo de Estados Unidos y, aunque algunos observadores siguen sosteniendo que los efectos inflacionistas relacionados con la introducción de los nuevos aranceles aún no se han manifestado, quizá el mes que viene o el siguiente, creemos que cualquier presión sobre los bienes de consumo durante el verano debería verse compensada por la caída de los precios de los servicios. En este contexto, el PCE subyacente debería situarse en el 2,4 % a finales de año. Algunos consideran que las expectativas de inflación podrían llevar a la Fed a posponer sus medidas de política monetaria, al menos a corto plazo, pero nos inclinamos a pensar que las expectativas de los consumidores siguen la inflación real más que anticiparla. Cuando la inflación se haya enfriado y las preocupaciones relacionadas con los aranceles se hayan atenuado, las expectativas de inflación también deberían disminuir.
En cuanto al desempleo, creemos que los responsables políticos y los inversores han mostrado un exceso de cautela, teniendo en cuenta la inusual estabilidad de la tasa de desempleo durante el último año, sin las subidas o bajadas significativas típicas de las fases recesivas. Prevemos un aumento de la tasa de desempleo hasta el 4,5 % o más para otoño, lo suficiente como para convencer a la Fed de que la inflación es un problema menos acuciante. En conclusión, tanto un aumento de la tasa de desempleo como una sorpresa a la baja en la inflación, o ambas cosas, podrían empujar a la Fed a retomar su trayectoria de recortes de tipos. A finales de año, se esperan menos de 50 puntos básicos de recortes, pero, teniendo en cuenta el número de reuniones restantes, creemos probable una aceleración de los recortes.”