En una comparecencia institucional, el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha asegurado que «contamos con una propuesta sólida y consensuada para hacer realidad una mejora que convierta el aeropuerto en un gran hub de conexiones intercontinentales». «Desbloqueamos una de las decisiones más importantes para la competitividad de Cataluña durante las próximas décadas», ha añadido. Asimismo, ha asegurado que esta operación se llevará a cabo cumpliendo las «máximas exigencias ambientales». Quiero que nuestros investigadores y creadores viajen por todo el mundo sin pasar por Madrid, Londres o Frankfurt», ha añadido. En caso contrario, Illa ha alertado de que Estambul o Catar podrían captar rutas de largo radio en detrimento de Barcelona u otras capitales europeas.
El acuerdo con Aena incluye el alargamiento de 500 metros de la tercera pista (llamada pista del mar) de la infraestructura para acoger más vuelos intercontinentales. «Hemos descartado las alternativas que eran subóptimas o no viables», ha puntualizado Illa, en referencia a propuestas como la construcción de una pista sobre aguas del Mediterráneo. La operación permitirá dimensionar la capacidad del aeropuerto, que el año pasado alcanzó su límite técnico de pasajeros (55 millones). Además, la prolongación de la tercera pista irá acompañada de la construcción de una nueva terminal satélite, la remodelación de la T1 y la T2 y la adecuación de la zona de aparcamientos.
También se renaturalizarán más de 250 hectáreas del parque agrario de El Llobregat para compensar el impacto medioambiental sobre las zonas protegidas colindantes. Alrededor del aeropuerto se creará un «anillo verde» y, además, se constituirá un fondo medioambiental. Estas compensaciones ambientales pretenden acallar las críticas por el impacto de la ampliación sobre las zonas protegidas de La Ricarda y El Remolar.