Se prevé que la inflación general se modere gracias a la disminución de los precios de la energía. Se prevé que el todavía elevado déficit de las administraciones públicas siga disminuyendo, pero de forma más gradual que en los dos últimos años, debido a un crecimiento más lento de los ingresos
Se espera que la actividad económica repunte gradualmente
La economía española registró un crecimiento del 5,5% en 2022. El fuerte resultado se debió a un primer semestre muy positivo, favorecido por la reactivación del consumo privado y el impulso proporcionado por el repunte del turismo. En la segunda mitad del año, el crecimiento del PIB real se desaceleró significativamente debido a las presiones generalizadas sobre los precios que afectaron al consumo y la inversión.
En el primer trimestre de 2023, el PIB real registró un crecimiento trimestral de 0,5%, impulsado en gran medida por la contribución de la demanda externa gracias al sólido desempeño del sector turístico. Se prevé que la actividad económica se expanda un 1,9% este año en general, también beneficiándose de un efecto de arrastre más fuerte a partir de 2022 de lo previsto anteriormente. A lo largo del año, el consumo se recuperará de la contracción de 2022-T4 y 2023-T1, respaldada por la continua resistencia del mercado laboral y las ganancias de ingresos reales para pensionistas y trabajadores con salario mínimo.
La movilización continua de fondos RRP contribuirá a sostener la inversión, especialmente en la construcción no residencial, mientras que los precios de importación más bajos esperados y la reducción de los cuellos de botella de la cadena de suministro deberían favorecer la recuperación de los equipos, tras la fuerte desaceleración en la segunda mitad de 2022. La plena recuperación del turismo internacional a los niveles anteriores a la pandemia y el efecto positivo sobre la competitividad derivado de los precios más bajos de la energía previstos mejorarán aún más el rendimiento del sector exterior. La brecha con el nivel de producción anterior a la pandemia (2019-T4), que se situó en el 0,9% en 2022-T4, ahora se cerrará entre el segundo y el tercer trimestre de 2023. Se prevé que el crecimiento del PIB real se acelere en 2024 hasta el 2,0% gracias a la dinamización de la demanda interna, incluida una mayor contribución de la inversión.
Los riesgos a la baja para las perspectivas se relacionan con el impacto adverso del endurecimiento de las condiciones financieras en la situación financiera de los hogares y las empresas, en vista del elevado nivel de deuda externa, pública y privada. Además, para los hogares, mientras que la mayor parte de los nuevos préstamos hipotecarios se conceden con tipos de interés fijos, el saldo vivo sigue concentrado en préstamos a tipo variable.
Fuerte mercado laboral en medio de crecientes presiones salariales
El mercado laboral tuvo un buen desempeño en 2022 gracias a la creación sostenida de empleo y la reducción de la proporción de empleados temporales en el sector privado. La tasa de desempleo alcanzó el 12,9% en 2022. Se prevé que se mantenga elevado, aunque con una tendencia ligeramente decreciente, hasta el 12,7% en 2023 y el 12,4% en 2024. Tras la disminución significativa en términos reales durante 2022, se espera que el crecimiento de los salarios nominales se acelere en 2023, aunque aún se mantenga marginalmente por debajo de la inflación anual promedio para este año.
La inflación se desacelerará gracias a los menores precios de la energía
La inflación general alcanzó el 8,3% en promedio en 2022, pero disminuyó al 5,7% interanual en 2022-T4 y se espera que se desacelere aún más en 2023 debido principalmente a la moderación de los precios de la energía. Además, también se prevé que la prórroga hasta finales de 2023 de la mayoría de las medidas de apoyo público adoptadas el año pasado y la introducción de otras adicionales, incluida la reducción del IVA en varios productos alimenticios, contribuyan a la disminución progresiva de la inflación general. En general, se prevé que alcance el 4,0% en 2023 y disminuya aún más al 2,7% en 2024. No obstante, el paso de los precios de la energía y los alimentos a otros bienes y servicios, que se hizo cada vez más visible a partir del último trimestre de 2022, impulsará que la inflación subyacente se mantenga elevada durante el horizonte de previsión. Los riesgos al alza derivados de un ajuste salarial más rápido, derivados también de la ampliación de las cláusulas de inflación y del aumento del 8% del salario mínimo, podrían contribuir a una inflación subyacente aún mayor.
El déficit público seguirá reduciéndose, aunque el dinamismo de los ingresos se desvanece
El déficit público continuó mejorando en 2022, disminuyendo hasta el 4,8% del PIB, impulsado esencialmente por los fuertes ingresos. Los ingresos por el impuesto sobre sociedades crecieron un 11,1%, reflejando la recuperación de los beneficios tras la pandemia, mientras que la creación dinámica de empleo respaldó el sólido comportamiento de los ingresos por IRPF, que crecieron un 16,2% en 2022. Los ingresos por IVA también registraron un crecimiento de dos dígitos (13,1%) impulsado por el fuerte consumo privado, la recuperación del turismo internacional, el dinamismo del sector de la vivienda y el fuerte aumento de las importaciones nominales.
El coste presupuestario neto de las medidas de apoyo energético se prevé en las previsiones de primavera de 2023 de la Comisión en el 0,6 % del PIB en 2023, frente al 1,6 % en 2022. Se ha ampliado la reducción de los impuestos sobre la electricidad y el gas y el bono social, mientras que la bonificación por combustible se ha vuelto más específica.
Los datos disponibles para los primeros meses de 2023 apuntan a un dinamismo continuado de los ingresos, pero con cierta desaceleración, que se espera que continúe a lo largo del año. Por el lado del gasto, se proyecta un crecimiento moderado, en línea con el PIB nominal. La evolución del déficit en 2023 también se ve afectada por la supuesta eliminación completa de las medidas temporales de emergencia contra la COVID-19, que se estima que ascendieron al 0,5 % del PIB en 2022. El déficit de las administraciones públicas se reducirá, aunque de forma más gradual que antes, hasta el 4,1 % del PIB en 2023.
La Comisión asume actualmente una eliminación total de casi todas las medidas de apoyo energético en 2024, contribuyendo a la disminución del déficit al 3,4 %. La ratio deuda/PIB disminuyó con fuerza en 2022, en 5,1 p. p. para alcanzar el 113,2%, impulsado por el alto crecimiento del PIB nominal. Se prevé que la deuda pública siga disminuyendo, pero de forma más gradual, hasta el 111,5% en 2023 y el 110,3% en 2024, también debido al crecimiento del PIB nominal.