La Princesa Leonor ha sorprendido en Oviedo en su sexto discurso de entrega de los Premios Princesas de Asturias y ha mostrado una mayor seguridad, fruto de la experiencia que está adquiriendo gracias a su mayor presencia institucional y ser consciente de lo que le esperará en un futuro cada más vez más cercano. Por primera vez la Heredera, que preside con 18 años este acto. coincidiendo con el décimo aniversario de su presidencia de Honor de la Fundación Princesa de Asturias, asumió un rol más destacado y por primera vez fue la encargada de elogiar a los galardonados. Bajo la atenta mirada de sus padres y sabedora, de que una vez más, todos los ojos estarían puestos en ella, la Heredera a la Corona dio un paso más hacia el abandono de la adolescencia (desde el punto de vista estilístico) con su hermana, la Infanta Sofía, y acertó mostrando una vestimenta más adulta. En este ocasión un sobrio traje tipo esmoquin.
La Princesa construyó su discurso sobre la esperanza en medio del terror o el miedo. «La emoción de la esperanza. Es el sentimiento que nos muestra que las cosas pueden mejorar, que siempre hay una grieta por donde entra la luz», unas emotivas palabras con las que la hija mayor de Don Felipe y Doña Letizia lanzó un optimista mensaje para luchar cada día contra las adversidades.
En cuanto a las palabras que dedicó a cada uno de los premiados, la Princesa empezó por la escritora rumana, Ana Blandiana, que se enfrentó a las dictadura comunista y defendió la libertad. «No ha dejado de plantar cara a los totalitarismos con su poesía limpia, clara y depurada». Sobre la polifacética iraní, Marjane Satrapi, subrayó que su «imponente talento para plasmar la búsqueda de un mundo más justo, nos da esperanza». Consciente de los retos de las sociedades actuales, tecnificadas e individualista, la Princesa Leonor puso en valor la mirada que proyecta la agencia Magnum: «Ante el tumulto de imágenes, captura el momento clave y nos entrega evidencias para la comprensión del mundo».
De la Organización de Estados Iberoamericanos puso en valor que hace realidad lo que muchas veces escuchamos que «solo la educación puede transformar sociedades, consolidar la democracia y promover el respeto a los derechos humanos». También tuvo unas palabras de admiración y respeto para la deportista Carolina Marín. En definitiva, el de ayer fue el discurso más maduro y comprometido de la Princesa Leonor hasta la fecha, abordando temas tan importantes como la educación, los derechos humanos, la democracia o la salud pública en sociedades libres.