Así lo confirma el Informe Sectorial de Informe Sectorial de Vino 2025 de Agrifood Comunicación y AgroBank, un análisis exhaustivo que radiografía la situación del sector vitivinícola a nivel mundial y nacional, poniendo sobre la mesa las fortalezas de España como potencia vitícola y los retos que marcarán su futuro
Tras la fuerte sequía de los últimos años, el estudio confirma que España mantiene su posición como primera potencia mundial en viñedo, con 911.080 hectáreas, el 13% del total global, y encara una campaña de recuperación.
Sin embargo, la producción mundial de vino cayó en 2024 a 225,8 millones de hectolitros, la cifra más baja desde 1961, mientras el consumo se redujo a 214,2 millones, con Estados Unidos (33,3 Mhl) muy por delante de España (9,9 Mhl). Al mismo tiempo, cambian los hábitos de consumo: crece el interés por blancos y vinos jóvenes frente al retroceso de los tintos con crianza.
En este contexto, el comercio internacional sigue fuerte: en 2024 se exportaron 99,8 millones de hectolitros de vino por valor de 35.900 millones de euros, con un precio medio de 3,60 €/litro, prácticamente en máximos históricos. España es el segundo exportador mundial en volumen (20 Mhl), aunque con un peso elevado del granel que limita el valor añadido frente a Italia y Francia.
A nivel nacional, la producción de 2024/2025 alcanzó 30,8 millones de hectolitros de vino (36,8 millones con mosto), un 15% más que el año anterior. El vino blanco ya supone el 57% de la producción. Castilla-La Mancha concentra casi la mitad del viñedo español y se consolida como la mayor región vitícola del mundo. El consumo interno se mantiene bajo, con 9,8 millones de hectolitros (24 litros por habitante y año), mientras que las exportaciones son el gran motor: entre julio de 2024 y junio de 2025 se vendieron al exterior 19,1 millones de hectolitros, por valor de 2.947 millones de euros, muy cerca del récord histórico. Alemania, Estados Unidos, Francia y Reino Unido son los principales destinos.
El sector aporta el 1,6% del PIB nacional y genera más de 370.000 empleos, consolidándose como un pilar de la economía agroalimentaria.
En lo coyuntural, los precios muestran una tendencia al alza: el vino blanco cotiza a 52,98€/hl (+6,7%) y el tinto a 43,57€/hl (+0,4%). La vendimia de 2025 apunta a una producción de 38 millones de hectolitros, un volumen superior al del año pasado, aunque todavía por debajo de la media de la última década.
De cara al futuro, el informe advierte de los principales desafíos: el estancamiento del consumo interno, la atomización productiva, el peso excesivo del granel, la competencia internacional creciente y la necesidad de adaptarse a los nuevos hábitos de consumo en un escenario de cambio climático.