En esta ocasión se trata de un fulano que se ha hecho acreedor al rechazo de media sociedad y a un número abundante de compañeros de profesión que rechazan el uso y abuso de su posición en provecho del mismísimo presidente del Gobierno que busca deshacerse de una enemiga política y que utiliza los recursos mas oscuros para ello.
Pero esto que parece claro para el juez que ha examinado el caso, no lo es para los miembros del Gobierno que se han lanzado en tromba en su defensa, sin tan siquiera plantearse la posibilidad de que el juez tenga razón y las acciones de las que se le acusan sean merecedoras de alguna condena.
Y es que las reacciones por parte del Ejecutivo al auto del Supremo en el que propone juzgar al fiscal general del Estado han sido de apoyo unánime. Tanto es así que hasta la ministra de Igualdad, Redondo, ha asegurado al fiscal que «no está solo». En una secuencia que captada por una cámara de laSexta, Ana Redondo se acerca al fiscal para trasladarle su máximo apoyo: «Todo lo que necesites, ¿eh? Lo que sea…Te vienes al ministerio (…) lo que sea. No te escondas, ¿eh? Y cuenta conmigo… Una cenita, una cena. No estás solo». Ahi es nada.
Claro está que el ministro de Justicia no se quedaba atrás, asegurando que mantiene su confianza «absoluta» en el Fiscal General del Estado. «El Gobierno, entre los fiscales y los defraudadores confesos, está con los fiscales que persiguen el delito. Eso sin ninguna duda. Y, por tanto, nuestra confianza plena en el fiscal general del Estado y también en la Fiscalía en su conjunto», ha señalado en declaraciones a los medios. además Bolaños ha recordado que «este auto no es firme» y «cabe recurso de apelación», por lo que «van a estar al sistema de garantías y al sistema de recursos que tiene nuestro país». «Sin duda, al final la verdad prevalecerá», ha recalcado, para después rechazar una posible dimisión de García Ortiz. Además, ha negado «rotunda y categóricamente» que hubiese «eventuales instrucciones de la presidencia del Gobierno a la Fiscalía General del Estado». «Esto no sucedió nunca y lamento mucho que el Tribunal Supremo haga una afirmación tan grave sin ninguna base probatoria porque esto no sucedió nunca».
Pero la guinda la ha puesto la ínclita Alegría que para no ser menos que nadie se ha despachado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de forma espectacular con frases como:
«algunos jueces están haciendo cosas difíciles de entender», o «no hay ninguna prueba clara» de que actuara “como filtrador de nada” y un sin fin de acusaciones veladas hacia el juez y su condena,
Todo ello indica que la batalla entre los dos poderes, Ejecutivo/ Legislativo ha entrado en una nueva fase, aún más cruenta que las anteriores porque entre otras cosas el rodillo legal ha “tocado carne” y los procesos que afectan en persona al mismísimo Sánchez pueden estar, a la vuelta de la esquina y eso es harina de otro costal. Ya no estaríamos ante dimes y diretes sino ante graves acusaciones de componendas oscuras perpetradas desde el poder y para beneficio del propio poder y sus aledaños lo cual podría arrastrar al sanchismo a su propia cloaca.