Según adelantó EFE, el movimiento altera el calendario acordado al inicio del curso y obliga a que sea ese órgano, que asume funciones de la Cámara en periodos de inactividad, el que valore la solicitud. La iniciativa la comunicó el portavoz socialista en el Congreso, Patxi López, que ya ha informado de las intenciones del Gobierno. En otras ocasiones, el Parlamento ha paralizado su actividad por causas de fuerza mayor, como la pandemia de covid-19 o fuertes temporales. Pero, de prosperar, sería la primera vez que se interviene en la fecha de un pleno por una festividad autonómica.
A diferencia de otros años en los que se adelantaron votaciones o se reprogramaron comisiones de menor calado, la solicitud del PSOE plantea que una fiesta circunscrita a un territorio provoque la parada del hemiciclo.
La decisión se enmarca en una vuelta al trabajo parlamentario con mayorías apretadas. En las primeras votaciones del curso, Junts se ha desmarcado del Gobierno, un contexto que añade complejidad a cualquier cambio de agenda. La eventual suspensión también impactaría en el guion de debates y comparecencias ya pactados para estas fechas.