En su denuncia, el colectivo de funcionarios sostiene que esas palabras denotan un «elevado rango ofensivo» y una «clara finalidad difamatoria». En el escrito presentado ante la Sala Segunda del alto tribunal, Manos Limpias mantiene que el líder independentista hizo esa manifestación -horas antes de la primera reunión del PSOE con Junts per Catalunya (JxCat) supervisada por un mediador internacional- «con conocimiento de su falsedad» y con «temerario desprecio a la verdad», con el propósito de «ofender o vejar gravemente» a la carrera judicial. Una opinión que, señala, no se justifica por una determinada «carga emocional».
Manos Limpias considera que esas supuestas injurias al poder judicial son graves porque Puigdemont «ha ocupado un cargo de presidente de la Generalitat y en la actualidad es eurodiputado, lo que hace que sus afirmaciones tengan una mayor repercusión para formar opinión sobre el público al que van destinadas». Ese «insulto», añade, se profiere a través de Instagram, consiguiendo la «máxima difusión y eco en medios de comunicación».
En la publicación denunciada, Puigdemont escribió en Instagram: «Hace años que hemos aprendido a aguantar la posición contra todo tipo de ataques y amenazas», algo que para el independentismo -dijo- «es el pan de cada día». «Hace muchos años que he aprendido a prescindir de ello y a no caer en la trampa de actuar y decidir en función de las presiones (de unos y otros)», aseguró antes de hacer hincapié en que la «represión» contra el independentismo «no parará hasta que Cataluña sea una república libre de todo vínculo con estructuras franquistas».
Pero no por ello tenemos que dejar de combatirla y de aspirar a reducir al máximo su alcance. Por esto los cuervos togados se revuelven y enseñan garras y colmillos. Y se les pone cara de general Pavía».