«No es de fiar», ha advertido desde Bruselas, donde ha ofrecido una rueda de prensa para valorar el primer año de su acuerdo de investidura con el PSOE. «Los avances son escasos, los trabajos en los que hay discrepancias se alargan, la descoordinación entre lo acordado en Suiza y la praxis del Gobierno español es muy preocupante», ha asegurado Puigdemont, quien también ha subrayado que «las cosas no van bien».
«Podemos afirmar, después de un año, que las cosas no van bien. Ha llegado el momento de que llegue un punto de inflexión o de dejarlo estar para no hacer perder el tiempo ni la paciencia a nadie», ha avisado.
El líder de Junts ha insistido en que quiere «que el presidente Sánchez, que contó con nuestros votos para ser presidente, dé la cara en el Parlamento español y acepte un debate sobre dónde estamos hoy». En este sentido, cabe recordar que el reglamento del Congreso recoge que el presidente del Gobierno, previa deliberación en Consejo de Ministros, puede plantear ante el Congreso de los Diputados la cuestión de confianza sobre su programa o sobre una declaración de política general.
Por ello, Puigdemont ha afirmado que «sabemos que una cuestión de confianza solo la puede pedir él, pero quiero que sea el Congreso quien diga si tiene una mayoría que le mantiene intacta la confianza». «Continúa demostrando que no es de fiar».
«Contó con nuestros votos para ser presidente, que dé la cara», ha reiterado, por lo que «planteamos una cuestión de confianza porque aquellos que confiamos en él sentimos que no ha hecho honor a aquel gesto».