Lo ha dicho en un mensaje en ‘X’ en el que respondía al hilo del escritor Pep Antoni Roig, donde explicaba que la camarera de un bar de Barcelona no le había dejado poner una canción en catalán porque odiaba «todo lo catalán», en sus palabras.
Ha puesto en duda que este odio hacia el catalán sea la manera en que se convencerá a los catalanohablantes a dejar su lengua y «abrazar» la lengua en la que, según ha dicho, les pegan, les insultan, les espían y les persiguen.
Ha apelado al alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, para ver qué hará ante esta situación, ya que, según ha explicado, se va a manifestar los derechos de las minorías en otros países, pero en su ciudad «permite» que en un establecimiento abierto al público se practique el odio contra los catalanohablantes, textualmente.
Ha añadido que si el Ayuntamiento quiere que Barcelona sea una ciudad de convivencia y abierta al mundo, debe «erradicar estas actitudes supremacistas», que, en sus palabras, no pueden tener cabida en el país ni en la UE.