La filial se encontraba sobreponiéndose a dos años de continua rotación de directivos y estaba sacado provecho de su negocio estrella: la gestión de grandes patrimonios. La operación de compra frustra ahora los planes de una filial que tiene oficinas en Madrid, Barcelona y València, y que sin tocar en ningún momento la banca minorista se dedica a banca de inversión, grandes fortunas y representación de la matriz a través de Credit Suisse Europe.
Credit Suisse será vendida por algo más de 3.000 millones de euros a su rival UBS para conformar un grupo con 1,5 billones de activos bajo gestión. El banco intervenido cayó ayer un 55% en bolsa, hasta un valor muy parecido al de la transacción, mientras que UBS subió un 1,2%. Esta operación y la inmensa liquidez puesta por el Banco Nacional de Suiza al servicio de las entidades deberían servir para contener la crisis.
En España, Credit Suisse emplea a unas 400 personas y tiene sus oficinas principales en una esquina de la calle Ayala de Madrid, en pleno barrio de Salamanca. Cuenta con depósitos en España por importe cercano a los 700 millones de euros. Su auditor es PwC, que ha ido validando sus cuentas sin salvedades, y el patrimonio gestionado de fortunas ronda los 10.000 millones. Su plan en España pasaba hasta este fin de semana por ganar posiciones en banca privada. UBS, su rival hasta ayer, se marchó del país el año pasado, al vender el negocio a Singular Bank, mientras que otro gran competidor, el francés BNP Paribas traspasó su banca privada en España a Banca March.
Credit Suisse vio oportunidad de captar recursos de grandes fortunas españolas, al igual que otros bancos internacionales como Rothschild, Safra y Julius Baer, que se están reforzando con fichajes, explican las fuentes.
Uno de los motivos de la confianza de Credit Suisse en la “gestión discrecional de fortunas” en España es el cambio en el régimen de las sicav, los vehículos de inversión colectiva con tributación reducida. El Gobierno ha obligado a que las aportaciones de todos los partícipes sea real, lo que ha hecho que muchas sicav desaparezcan y los family office busquen bancos como Credit Suisse para invertir.
En el área de banca de inversión, la filial española ha sorteado la escasez de salidas a bolsa y compraventa de empresas a finales del año pasado, pero se encuentra condenada. Según Bloomberg , a UBS le interesa la unidad de gestión patrimonial y no la banca de inversión de Credit Suisse, que no le despierta confianza.
Credit Suisse España, que opera en el país desde 1998, se encontrará con una dificultad añadida. Es difícil que UBS pueda asumir la parte interesante del negocio, la de grandes fortunas, puesto que el año pasado, al vender su actividad en España a Singular Bank, se comprometió a no regresar en tres años conforme a una cláusula de no competencia. De aplicarse esta cláusula, que está siendo objeto de interpretación por abogados, UBS se vería obligado a cerrar o vender lo que quede de Credit Suisse en España. La filial de Credit Suisse lleva además varios años de reorganización en España. Tras un baile de sillas iniciado en el 2020 en el que se produjo la salida de una veintena de banqueros, el consejero delegado de la filial, Wenceslao Bunge, dimitió del cargo.
La filial española gestiona depósitos por cerca de 700 millones y fortunas por 10.000 millones
Desde entonces no ha habido una cabeza visible, sino dos directivos que reportan por separado a Zurich. Pablo Carrasco dirige las grandes fortunasy Nacho Moreno, el área de banca de inversión. Cadauno por su lado, han ido reforzando en los dos últimos años las distintas divisiones, para lo que han fichado directivos de varios bancos, incluido alguno de UBS.