Todos los expertos coinciden en que la responsabilidad del apagón es única y exclusivamente de REE. Si esa sospecha se convierte en certeza, Redeia, debería correr con todos los gastos provocados por el apagón. Y no solo de los bienes perdidos —cadenas como McDonald’s tuvieron que deshacerse de sus existencias en muchos restaurantes al haberse roto la cadena de frío, y las heladerías regalaron sus existencias— sino también del lucro cesante, las ganancias que se dejaron de obtener como consecuencia directa del hecho lesivo.
Según un primer cálculo de CEOE, el apagón supuso un impacto económico de 1.600 millones de euros, en torno a una décima del PIB, cifra que Rotellar, director del Observatorio Económico de la Universidad Francisco de Vitoria rebaja a 1.161 millones de euros. Desde el gobierno se reduce aún más la cifra, pero no dejan de ser mareantes pues se habla de un mínimo de 600 M€