Así se desprende de un informe de Fotocasa, en el que también se recoge que la edad media de los compradores que firman un préstamo vinculado al inmueble pasa de los 39 a los 40. La mitad de los compradores se ubica en los estratos socioeconómicos intermedios. También aumenta el peso de las clases altas entre los hipotecados en detrimento de las clases medias. De esta manera, las primeras pasan del 43% al 52%, mientras que las segundas disminuyen del 24% al 19%.
En cuanto a la fórmula de convivencia, la situación más común (37%) es la de personas que viven con su pareja e hijos, seguida por los compradores hipotecados que viven en pareja, que constituyen el 36%. Ambos grupos se mantienen en valores iguales o similares a los de un año antes. Y a notable distancia se sitúan los que viven solos/as, que se mantienen en el 12%, tras la subida experimentada el año pasado respecto a 2021, cuando únicamente eran el 9%.
Por otro lado, experimentan un ligero incremento quienes viven con sus padres, que crece del 7% en 2022 al 8% doce meses después. También son más los que viven con sus hijos, que pasan del 3% al 4%, con tendencia al alza.
Doce meses después, también se aprecia una situación de estabilidad en cuanto al estado civil de quien compra mediante hipoteca. La mayoría son personas casadas, parejas de hecho o conviviendo en pareja. Este grupo supone el 66% del total (67% en 2022), un porcentaje mucho menor, sin embargo, que el 74% de 2021. Por su parte, los compradores solteros se mantienen en el 26%.
En relación con el uso que se le va a dar a la vivienda por la que se han hipotecado, la primera elección es la de vivienda habitual, en un 86% de los casos. Este porcentaje se incrementa en un punto porcentual respecto al del año anterior. No obstante, sí se detectan ligeros cambios en quienes compran como segunda residencia, que baja del 11% de 2022 al 9%. De esta manera, se acerca al 8% que se registró en 2021. Por su parte, los que se hipotecan para adquirir la vivienda como inversión pasan del 2% al 3%.