El presidente con una táctica de no decir nada, ni comprometerse a nada, no desveló plazos ni cantidades para llegar a la meta e insistió en que los aumentos de gasto que se estudian en el seno de la UE, como el 2%, 3% e incluso 5%, son de momento «especulaciones». «Mientras gobierne, el esfuerzo adicional en seguridad no se hará en detrimento de nuestro Estado del bienestar. Vamos a invertir en seguridad y en bienestar. En las dos cosas. Porque ambas son necesarias y complementarias. Porque, si se hace bien, una mayor inversión en seguridad no merma nuestro modelo social, lo protege».
Sánchez evitó dar cifras y aplazó la concreción de su plan hasta que no haya un acuerdo en el seno del Consejo Europeo sobre cuánta inversión hay que destinar a la seguridad y defensa y cómo se financiará la misma. Sin embargo, sí que se posicionó a favor de las compras de armamento conjuntas y del impulso de un ejército común.
«Apoyamos la creación de un Ejército europeo. Unas fuerzas armadas comunitarias, integradas por 27 países, pero guiada por la misma bandera y los mismos intereses. Solo así nos convertiremos en una verdadera Unión y garantizaremos una paz duradera en nuestra región».y en plan filósofo progre, instó a «superar el bloqueo de la melancolía y adaptarnos a esta nueva situación. Ya no podemos asumir que nos van a proteger nuestros cielos, infraestructuras o fronteras”, señaló y añadió que «vamos a cumplir con la Unión Europea. Porque nadie como Europa para cuidar de Europa. Vamos a aumentar la inversión en seguridad y defensa. Pero lo vamos a hacer sin tocar un céntimo del gasto social o medioambiental».
Asimismo, trato de vender que dará «la batalla» para que Von der Leyen ponga en marcha un sistema de transferencias similar a los fondos Next Generation, que se pusieron en marcha tras la pandemia de la covid-19 y que eran ayudas ligadas a proyectos de recuperación económica que no hay que devolver. «Estamos pidiendo a Bruselas que cree nuevos mecanismos comunitarios de financiación. Este es un nuevo momento Covid. Y la Unión Europea debe reaccionar como hizo entonces: con una respuesta conjunta, mutualizada y solidaria, que aglutine la fuerza de todos los Estados miembros».
Sánchez señaló que esta petición no la hace por España o los países del sur, sino porque afirmó ser consciente de que «esas transferencias irán mayoritariamente a los países del Este», pero cree que «es la mejor manera para equilibrar la sostenibilidad financiera». «España no puede quedarse fuera del consenso europeo y lo vamos a hacer por responsabilidad y porque las amenazas a las que nos enfrentamos son reales».
Eso sí, el presidente aseguró que, «naturalmente», informará al Congreso y también a la ciudadanía de todo el proceso. «Con absoluta transparencia, como he hecho siempre y llevaremos al Parlamento todo lo que tenga que pasar por el Parlamento, como no podría ser de otro modo», comentó.
En otro orden de cosas, Sánchez se pronunció sobre los aranceles impuestos por el presidente estadounidense, Trump, asegurando que estas cargas a las exportaciones comunitarias conllevarán inflación y dañan el crecimiento, al tiempo que son medidas «injustas» y «ataques» que ni España ni la UE han provocado. Por este motivo, pidió «a la administración estadounidense que recapacite, que dialogue con la Comisión Europea, que es quien centraliza todas las competencias de comercio por parte de los Estados miembros, que construya puentes en lugar de levantar barreras». Así, afirmó que, si Trump no detiene este «sinsentido», los países comunitarios responderán con «rapidez, proporcionalidad y unidad». Además, añadió que el Gobierno español también diseñará un Plan Nacional de Contingencia para ayudar a los sectores económicos españoles «que puedan verse afectados por esta guerra comercial».
También comentó su propuesta a la UE sobre la creación de un “laboratorio europeo de competitividad”, que permita «acelerar la puesta en marcha de soluciones innovadoras y tangibles» a desafíos como los aranceles. Así, sostuvo que esta iniciativa «ha tenido una magnífica acogida por parte de los Estados miembros y también por parte de la Comisión Europea». Sánchez también anunció que para «antes del verano», El Ejecutivo pondrá en marcha un plan de desarrollo e impulso de la tecnología y la industria de la seguridad y defensa española. «Lo vamos a hacer mirando al Este, porque su seguridad también es la nuestra, pero también mirando al Sur, apostando por la innovación, la creación de nuevas empresas, la formación y la mejora de nuestro capital humano», señaló. «El objetivo de este plan es que España contribuya y al mismo tiempo se beneficie de este estímulo tecnológico industrial para fortalecer el espacio europeo de la seguridad y la defensa, pero siendo fiel a nuestros principios»