La recaudación de impuestos, directos e indirectos, incluida la participación territorial, en los once primeros meses de 2024 se ha situado en 271.895 millones con un incremento interanual del 8,3%, 20.901 millones más que en 2023, que registró 250.994 millones. Sin embargo, en términos homogéneos, después de efectuar ajustes como el del ritmo de las devoluciones al de una campaña tipo, aplazamientos o suspensiones de deuda, entre otros, esta tasa desciende en 0,3 puntos porcentuales, hasta el 8,0%. No obstante, estas cifras solo alcanzan hasta el mes de noviembre. En su informe de seguimiento de mensual del objetivo de estabilidad para 2024, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal.
AIReF estima que la recaudación de impuestos crecerá ocho décimas más que lo que ella misma había previsto. Esta revisión, explican los expertos en su informe, se justifica por una mayor estimación de recaudación de todos los impuestos. En 2024, dice la AIReF, este impuesto aumentará ligeramente su peso sobre el PIB hasta el 8,1%, una décima superior a 2023. Con un PIB nacional que la propia IGAE totaliza en 2024 en 1,58 billones de euros, en términos absolutos este IRPF representa a cierre de año más de 128.000 millones de euros. No es una previsión desajustada. En el mes de noviembre, el impuesto había supuesto ya una recaudación de 121.000 millones, según la propia IGAE.
En el lado positivo, explica la AIReF, el IRPF crece 9,1 puntos con respecto a hace un año gracias a las retenciones al trabajo y al capital. Por otro lado, las devoluciones anuales de la declaración de la renta restan 2,1 puntos. Considerados todos los factores, la recaudación interanual de este tributo crece un 7,6% interanual.
Para el impuesto de sociedades, la AIReF espera un crecimiento de dos décimas sobre el PIB respecto a 2023, hasta el 2,5% En total, unos 39.500 millones de euros, una cifra que representa un 12,3% más que lo que se recaudó en 2023. El IVA, estima la AIReF, mejora a cierre de año una décima su peso sobre el PIB, hasta el 5,7%, es decir, unos 90.000 millones de euros. En impuestos especiales, el Estado recaudará, vaticina la AIReF, un 6,2% más, aunque esto no moverá su peso en el PIB: un 1,4%.
Las cotizaciones sociales al fondo de la Seguridad Social quedan en capítulo aparte. La AIReF espera que estas terminen 2024 con un peso sobre el PIB del 12,6%, un aumento de dos décimas respecto al cierre de 2023. Esto se debe, detallan, a un escenario macroeconómico favorable que tiene que ver principalmente con el aumento de las bases de cotización, así como con remuneración por asalariado y el aumento tanto del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), un impuesto con el que se está creando un fondo de reserva para contribuir a las pensiones a partir de 2032. En total, a cierre de año serán cerca de 200.000 millones de euros.
Para 2025, la máquina seguirá funcionando, y se espera que lo haga todavía a mejor ritmo. Por citar solo algunos impuestos que han subido con la entrada del nuevo año, basta recordar el IVA. Superado lo peor de la inflación, está previsto que este año suba el IVA de los alimentos básicos, pasando del 2% al 4% en el caso de alimentos básicos como pan, la leche, el aceite de oliva, las verduras, las frutas y las legumbres, y del 7,5% al 10% para la pasta o los aceites de girasol y de soja.
Algo parecido cabe decir de la electricidad. Las rebajas excepcionales del IVA al 10% del recibo que se adoptaron cada vez que, de media, se superaban los 45 euros por megavatio hora en el pool (el sistema de subasta que fija el precio de la electricidad en los mercados mayoristas) ha pasado a mejor vida. Vuelve, por tanto, el IVA de la luz al 21%. Lo hará, entre otros, de la mano de un incremento del precio de los cigarrillos electrónicos y de la obligación de la tasa de basuras.
Finalmente, en su informe de previsiones macroeconómicas y fiscales para 2024 y 2025, el Gobierno eleva los ingresos del 42,6% del PIB al 42,9%. Para ello, la vía es clara: los ingresos por impuestos pasan de representar el 25% del PIB al 25,4%, cuatro décimas más. En concreto, mientras que los ingresos indirectos como el IVA siguen suponiendo un 11,6% del PIB, los impuestos directos como el IRPF pasan al 13,5% en 2025 desde el 13,1% de 2024. Las cotizaciones sociales, por su parte, pasan del 13,6% sobre el PIB al 13,7%. Es hora de cumplir con Europa, y en esa misión el Gobierno tendrá que tocar todos los bolsillos.