Así y de axuerod con las ultimas informaciones aparecidas
Wakalua, filial de Globalia, firmó en 2020 pagar 40.000 euros anuales al IE Africa que dirigía Begoña Gómez. El mecenas cumplía el cliché que denuncia Sánchez en parejas ajenas: no tenía empleados y debía dinero al Estado. El pago rubricado con la segunda dama era un suicidio para Wakalua. Igualaba su patrimonio: 44.000 euros.
Wakalua era un enigma contable. Facturaba 180.000 euros sin empleados en 2020. Ingresos que devoraban sus gastos en profesionales independientes por 232.000 euros y 44.857 en relaciones públicas y publicidad.
Y es que la plataforma publicitaria de Globalia se convirtió en sumidero de inversiones de sus dueños para restablecer el equilibrio patrimonial y evitar la quiebra: 2019, 120.000 euros; 2020, 128.000 euros; 2022, 300.000 euros. En suma, 548.000 euros para reflotar la empresa que debía financiar el IE Africa de Begoña Gómez.
Globalia asegura que abortó el primer pago de 40.000 euros al IE, vinculado a la organización de un premio a startups de turismo africanas y que solo ha pagado unos billetes Madrid- Londres de la señora.
Pero el 21 de enero de 2020 repartieron premios a dos empresas africanas avaladas por el IE: “Han asistido Javier Hidalgo, CEO de Globalia, Zurab Pololikashvili, secretario general de la OMT, así como representantes de las empresas colaboradoras que participarán en la promoción, búsqueda de inversión o puesta en marcha de proyectos piloto con las ganadoras. Entre ellos se encuentran Begoña Gómez, directora del África Center”.
Al día siguiente, Hidalgo y Gómez se reunieron nuevamente en FITUR con las dos empresas africanas premiadas. Y en agosto Wakalua e IE volvieron a lanzar otro certamen similar.
El contrato con la segunda dama, fallido o no, trajo suerte a los dueños de Wakalua: Globalia y luego su filial Avoris. Sumaron contratos y rescates del Gobierno de Sánchez. En 2020, Avoris, compañero de UTES de Globalia, logró créditos del ICO por 141,5 millones. En 2021, ya filial de Globalia, recibió del SEPI 320 millones.
Más 42 millones en subvenciones de Seguridad Social y autonomías. Y, en alianza con Globalia, percibió 51 millones del Imserso en 2019; y 8,7 millones en 2021. Toca sumar el rescate en 2020 de Globalia por 616 millones y contratos por 28 millones de Sánchez, Armengol y la koldotrama. Esto eleva a 1.100 millones las subvenciones al dúo Globalia/Avoris.
A los 88 millones de los contratos citados que benefician a Globalia hay que añadir el concurso de Aena de 2023. Le entregó el handling de 12 aeropuertos, incluido el Prat, labor que ya le reportaba más de 168 millones anuales antes de tal premio. Los contratos sanchistas a los amos de Wakalua superan los 256 millones.
Altos cargos sitúan las primeras visitas de Begoña Gómez a Globalia (que declina dar su versión) no en 2020 como ya se ha admitido, sino en 2019. Esto elevaría a cuatro sus visitas.
Wakalua acababa de crearse. La segunda dama presuntamente pisaba Globalia en torno a junio de 2019 bajo una notable coincidencia. El Gobierno de Sánchez tramitaba su primer gran contrato al futuro cliente de su esposa: Globalia pujaba por los viajes del Imserso.
La mesa de contratación se reunía precisamente en junio de 2019. Y, tras un baile de exclusiones y ponderaciones de sólo tres ofertas, Iberia y Globalia se repartieron salomónicamente el contrato: 51,1 millones para Avoris/Globalia y 52,8 millones para Iberia. Ganaron por ser «la oferta más ventajosa y haber aportado la documentación exigida».
Pero no triunfó la más barata: Iberia ganó el primer lote pese a ser más cara. 52,8 millones frente a 47,6 de Avoris/Globalia. Y los Hidalgo consiguieron el segundo lote con un precio superior en 18.998 euros al de Iberia. Sólo en el tercer lote venció la oferta más ventajosa: Avoris/Globalia. Sanidad priorizó supuestas deficiencias sobre el precio. Creció la subjetividad.
Estas decisiones se tomaron en paralelo a las presuntas visitas de Begoña Gómez a Globalia. Los 51 millones del Imserso era tanto como la deuda que peleaba Globalia con Hacienda. “Durante 2014 se firmaron actas en disconformidad por importe de 39.985.000 de euros de cuota más 6.836.000 de intereses de demora”.
Casualmente, en octubre de 2019 Begoña Gómez (fecha cercana a su presunta segunda visita a Globalia), asistía en San Petersburgo a la asamblea de la OMT (Organización Mundial del Turismo), gran publicitador de Wakalua.
Allí no sólo coincidía son sus conocidos sponsors de la OMT y Globalia, sino con tres representantes de Wakalua. La firma que ni tenía empleados ni la había fichado aún, pero sí movilizaba tres representantes para volar a Rusia.