Así lo ha confirmado el consejero delegado de la compañía, de Meo, en un encuentro con periodistas en el Salón del Automóvil de Múnich. “Estamos pensando en eso [hacer vehículos eléctricos en Palencia y Valladolid], pero hay que tener mucho cuidado. Cuando anuncié los cinco modelos híbridos para España, los políticos me pedían eléctricos, pero ¿para qué? No hay ningún español que compre vehículos eléctricos”, ha explicado De Meo.
“Entiendo que es por asegurar el futuro, pero hay que ir paso a paso. España siempre ha funcionado. Yo no tengo ninguna duda que va a ser un país de futuro en el automóvil y para Renault, seguro”, ha añadido el directivo italiano. En marzo de 2021, la compañía había anunciado su Plan Industrial para España hasta 2024, en el que se asignaron a Valladolid y Palencia el ensamblaje de cinco modelos híbridos, de los cuales ya han llegado el Austral y el Espace a la factoría palentina. A estos se sumarán el Rafale en 2024 y los dos que aún faltan por llegar a Valladolid, de los cuales no se han dado a conocer sus nombres aún.
De esta forma, las factorías españolas de Renault tienen aseguradas la carga de trabajo para los próximos años, mientras el grupo llena de modelos eléctricos sus plantas francesas, una exigencia del Gobierno galo, que cuenta con aproximadamente un 15% de las acciones de la automovilística. Esta disputa por la producción de modelos entre España y Francia también se ve en Stellantis (el mayor fabricante en España). En este caso, el Ejecutivo francés tiene un peso menor en el accionariado, un 6%, y de momento no ha conseguido torcer el brazo de Stellantis para quedarse con la producción de los coches pequeños eléctricos del grupo, como el Peugeot 208, modelo que la compañía planea hacer en Zaragoza.